Capítulo 20

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Es increíble como la vida te ofrece cosas tan geniales para que disfrutes de ellas o con ellas, para que seas feliz, para que te llenen la vida de gozo, que te alegren un día de tormenta, para que amortigüe la caída; y es aún más increíble cómo te las puede arrebatar de un momento a otro, como te deja sin nada, como te arruina, como te rompe el corazón y el alma. Dicen que la vida hace cosas que no queremos para que te vuelvas fuerte, para que aprendas, para que sigas adelante, pero es imposible seguir adelante cuando se trata de una persona, y aún más si esa persona es un familiar, cuando esa persona es tu propio hermano.

Mis piernas ardían de todo lo que había corrido, parecía que los pasillos se hacían más largos y evitaban mi llegada, pero nada me impediría llegar al lado de mi hermano. Llego hasta la sala de operaciones pero estoy en una sala opuesta, solo nos divide una ventana por la cual se puede ver a los doctores tratando de revivir a un paciente... a mi hermano.

-¡NO! -Grito y golpeo con todas las fuerzas que me quedan el vidrio de la ventana con las lágrimas recorriendo cada centímetro de mis mejillas, llegando a mi mentón y cayendo de este. -¡CONNOR, POR FAVOR, NO TE VAYAS AUN! -Sigo golpeando. Al cabo de seis segundos siento como mis padres llegan a mi lado y comienzan a imitar mi acto.

Los doctores dejan de intentar revivirlo. Es en ese momento cuando se me para el corazón y dejo de golpear la ventana, una máquina que dicta el palpitar de su corazón comienza a emitir un sonido ensordecedor y en su pantalla aparece una línea sin fin que va desde un extremo del computador al otro. 

*Flashback*

*Hace diez año*

Estaba acostada en mi cama junto a Petra -mi cerdita morada-, viendo uno de mis programas favoritos Rolie Polie Olie cuando siento que tocan la puerta.

-¡Entra! -Grito. Nadie responde y vuelven a sonar los golpes. -¡Pasa! -De nuevo golpes. Me acerco a la puerta y la abro. -Dije que pasa...

-¿Quieres jugar? -Dice el payaso.

-¡AHHHHHHHHHH! -Cierro la puerta y corro hasta mi cama, me tapo con las mantas. -¡MAMI! ¡PAPI! ¡CONNOR! -Grito mientras lloro.

Escucho que abren la puerta lentamente. Me tapo más con las mantas.

-Sólo quiero jugar contigo, Alexaxa. -Dice de nuevo el payaso. Un momento, así solo me llaman...

-¡Connor, Axel, los voy a acusar con mami! -Me quito las mantas y veo cómo se están riendo, lo que me hace llorar más. -¡Mami! -Salgo corriendo de mi cuarto llorando, bajo las escaleras y entro a la cocina. -Mami, Connor y Axel me están molestando. -Me enredo en su pierna.

-Connor, Axel, vengan aquí... -Dice de forma tranquila.

Ellos bajan por las escaleras con los brazos detrás de ellos.

-¿Quieren decirle algo a Alex? -Pregunta con las manos en la cintura mi mami.

-Lo sentimos. -Dicen.

-¿Algo más? -Dicen "no" con la cabeza. -Bueno, vayan a terminar sus tareas. -Les dice.

-¿Qué? -No puede ser. -¿Es en serio, mami? ¿Crees que éstas lágrimas salen así de rápido? -Intenté sonar mis dedos pero no me sale. Me cruzo de brazos y doy media vuelta para irme a mi cuarto con Petra y seguir con mi especial de Rolie Polie Olie. -Te van a costar bastantes helados, mami. -Digo al pie de la escalera. -Bastantes.

*Hace siete años*

-Déjame terminar de ver Dino Rey, Alex. -Se queja de nuevo mi hermano y trata, de nuevo, quitarme el control remoto.

Always together.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora