Lo llamamos deseo.

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Un mes después y April se ha recuperado de su operación y gracias a que Tony, por forma anónima encontró un empleo en donde puede estar tranquila, su horario es bueno, fijo y la paga también. 

Por otro lado llegó el día menos deseado de Tony, el aniversario de la muerte de Xandra, siempre que llegaba esa fecha le gustaba pasarla con su hijo, pero este año su padre no lo permitió, debía dejarla ir y esa no era una buena forma. Necesitaba tiempo solo, necesitaba ver que solo también podía estar estable. 

-Papá es mi hijo y...

-Y no lo vas a tomar como una balsa cada que llega esta fecha-Tony se quedó callado, Daniel suspiró-, no quería decir eso, pero así lo veo, lo vemos todos. Él a su manera quiere a Xandra, no entiende lo que pasó pero tú sí, tú eres su padre y no puedes hacerle eso cada año, déjala ir, deja que se vaya, empieza de nuevo, ella quería eso ¿o no?-él asintió.

-Pero no puedo papá, no puedo hacerle eso a Diego...

-Sí puedes, el que decide dar ese paso eres tú, consigue una buena chica, deja que conozca a Diego, deja que él la conozca, no te cierres, no tienes 60 años hijo, tienes 34, estás joven. Pero hasta que no hagas lo contrario yo me llevaré a mi nieto en esta fecha te guste o no, yo quiero verlo feliz no encerrado en casa con su padre. 

Tony resopló, su padre tenía razón pero quería pasarlo con Diego, con lo único que le quedaba de Xandra, su padre al ver como lo miraba negó con la cabeza.

-¡Oh por Dios, papá, es mi hijo tengo derecho!-dijo Tony.

-Tienes derecho, claro que sí, pero no para apartarlo siempre en esta fecha, ¿No lo entiendes? Si Diego sigue viendo esto él se irá alejando cada año, y cuando tú quieras que vuelva no lo hará porque tú le enseñaste a alejarse siempre en esta fecha y sin saber porque lo hará de inercia, así que lo siento, pero en esta fecha no tienes derecho.

-Papá...-murmuró él molesto.

-Adiós Anthony-dijo él-. Diego, campeón dale un beso a papá.

Diego llegó corriendo y se dejó abrazar por su padre, Tony lo llenó de besos y él rio.

-Te portas bien-le dijo él.

-Si papi, nos vemos en dos días, ¿Me irás a recoger?

-Claro que sí-dijo Tony acomodando su ropa, le besó la frente y miró a su padre-, por favor cuídalo.

-Lo haremos-dijo él-, adiós y por favor no te encierres sal, ve a tomar algo con Oscar o una chica ¿Vale?

Él asintió pero no estaba seguro de que lo haría. Cuando se fueron la casa se sintió vacía, sin saber que hacer se sentó en el sillón, miró a su alrededor. Sacó su celular y buscó el número de April, lo había robado de el formulario que había llenado. Dudó un momento en mandarle el mensaje pero al final lo hizo. 

¿Quieres cenar conmigo?

-Anthony. 


April llegó del trabajo, estaba cansada pero nada que no lo quitara una buena ducha caliente. Wendy le sonrió.

-¿Cómo estuvo el trabajo?

-Bien ¿Tú no tienes que estar ya en el hospital?

-Jo, uno queriendo ser linda para verte y tú me echas-April sonrió-, nos vemos guapa. 

-Que te vaya bien. 

Wendy le besó la mejilla y April se fue a dar una ducha. Cuando salió se vistió, su celular sonó cuando se estaba secando el cabello, lo agarró y al leer el mensaje mordió su labio. ¿Anthony quería salir con ella? Dudó en contestar. 

Y ahora tú serás, quien pare el tiempo.Where stories live. Discover now