Mi único amor. [Sin editar]

26. La fiesta.

La canción de arriba pueden oírla desde que es nombrada en la parte de abajo.

Espero que el capítulo les guste.

Favor de leer la nota del final.

Disfruten.

Cuatro meses después.

Hoy mis padres hicieron una "fiesta familiar", así que sólo estaremos Vincent, mis padres y yo.

Vince está en la empresa desde temprano, así que nos quedamos de ver en casa de mis padres.

No he visto a mis padres durante este tiempo, es bueno volver a casa y estar con ellos.

Ahora me estoy arreglando porque Vince dijo que sería algo formal, no era cualquier fiesta así que intento verme bien.

Las cosas con él van muy bien, las risas son constantes, pasamos momentos divertidos, somos los de antes. Y amo eso. Amo que ahora estemos bien, que ya no haya tantos problemas y los que hay, podamos resolverlos.

Salgo de la casa y Jack me está esperando junto al auto, me acerco a él y me sonríe ampliamente.

—Te ves muy linda, Elise —sonrio por su comentario.

—Gracias, Jack —abre la puerta trasera y me subo al auto.

El viaje fue muy rápido, creo que mis ganas por ver a mis padres ayudaron en ello, estoy realmente feliz de poder hablar con ellos de todo lo que ha pasado en este último tiempo.

Al llegar Jack me abre la puerta y me ayuda a bajar. —Ten una exelente noche.

—Gracias.

Me alejo de él después de darle una sonrisa y camino hasta la puerta, toco un par de veces y en segundos mi madre está frente a mí con los brazos extendidos.

—Elise —me acerco y la abrazo.

Abrazar a mi madre siempre me ha gustado, siento que estando en sus brazos nada me va a pasar, me hace sentir completa porque cuando estamos lejos hace falta su presencia para sentirme al cien por ciento.

—Mamá, te he extrañado —me alejo un poco de ella y besa mi mejilla.

—También te extraño, y tu padre también te extraña. Nos haces falta en casa —nos volvemos a abrazar hasta que llega papá y es su turno de abrazarme.

Pasamos a la sala después de unos minutos de abrazos y empezamos a hablar de cosas triviales.

—Dime, hija, ¿Vincent tardará en llegar? —pregunta mi padre.

—No, me ha dicho que no tardaría mucho.

Esperamos un rato más mientras seguíamos hablando, hasta que sonó el timbre y mi padre se puso de pie para abrir.

Poco después apareció Vincent por el arco de la sala, pero no venía solo, Hayley, Gabriel, Mark y Jack lo acompañaban.

—Buenas noche —dijo Vince y se acercó a saludar a mi madre y después a mí—. Hola —susurro sobre mis labios y los besó castamente.