Sin sentido. -Vmon/NamTae.

8

—Vamos, por favor.

—No.

—¿Qué te pasa?

—Tengo sueño.

—Tae, por favor, aunque sea mírame.

—No.

NamJoon bufó y se acomodó mejor en la cama, dejando de abrazar a TaeHyung por la espalda y quedándose boca arriba. TaeHyung se mantenía con el ceño fruncido a su lado, con sus manos debajo de su cara haciendo de almohada y los labios apretados. No habían discutido, NamJoon estaba seguro de eso, pero TaeHyung se mantenía empeñado en no querer hablarle e ignorarlo. NamJoon lo meditó mucho, no era su aniversario ni el cumpleaños de Tae, ni el de sus suegros o el de la mascota del castaño, no era el día en que se conocieron ni el día de su primera cita. Por más que NamJoon lo pensó no encontró ninguna fecha especial para ese día y no había hecho nada malo como para que TaeHyung se haya enojado así con él. Es que ni siquiera tenía sentido, en la mañana TaeHyung estaba bien, estaba feliz y habían tenido una sesión de sexo rápida en la ducha.

NamJoon suspiró y miró a TaeHyung, el castaño seguía mirando fijo hacía ningún lado y sus cejas se fruncían sobre sus ojos, mientras que sus labios se apretaban cada vez más. Al moreno se le hacía sumamente triste verlo así, porque no le gustaba que TaeHyung se enojara y se encerrara en sí mismo, porque eso casi nunca sucedía.

—¿Qué pasa, bebé? Puedes decírmelo.

Arriesgándose a que TaeHyung lo apartara, lo abrazó por la cintura y apoyó su frente en la nuca del castaño, respirando la colonia favorita de TaeHyung. La piel de Tae siempre era caliente, tenía una temperatura corporal un poco más elevada que algunas personas, por lo que abrazarlo siempre era cálido y cómodo. Pero ahora, cuando TaeHyung estaba enojado, su piel se sentía tibia, pero lejana, como si todo su calor corporal lo estuviera absorbiendo su enojo.

TaeHyung se removió bajo sus brazos, pero no lo apartó. NamJoon tomó eso como una buena señal y lo apretó más a su cuerpo.

—Estoy molesto contigo.

A NamJoon se le apretó el corazón al escuchar a TaeHyung usar ese tono tan duro. Algo no estaba bien con su niño.

—¿Qué es lo que hice?

No sabía que palabras usar, un TaeHyung enojado era algo con lo que pocas veces había tratado y la mayoría de las veces Tae se relajaba solo.

—Es increíble que todavía no te des cuenta.

NamJoon no entendió a qué se refería. Miró su cabello, su rostro, su ropa, su piel, la habitación y todo le parecía igual. No creía que TaeHyung haya hecho un cambio de imagen y él no se hubiera dado cuenta, porque NamJoon siempre prestaba atención a Tae y no había muchas cosas que pasaban por alto.

—No lo entiendo... —se arriesgó a decir.

TaeHyung suspiró molesto y se dio vuelta, mirándolo fijo. Los ojos de TaeHyung siempre eran muy intensos, por lo que cuando se enojaba incrementaba mucho más su intensidad. A NamJoon lo hicieron sentirse pequeño y avergonzado, porque Tae lo veía acusadoramente como si conociera cada uno de sus pensamientos.

NamJoon pensó que Tae le gritaría o diría algo que lo haría arrepentirse toda su vida de lo que sea que haya hecho.

TaeHyung tomó aire y se lamió los labios— ¿En serio no te das cuenta?

NamJoon negó con la cabeza y contra todo pronóstico, TaeHyung rió.

—Estaba actuando, tontito.

La voz de TaeHyung sonó tan cariñosa a la hora de decirlo y darle un beso después que a NamJoon lo descolocó un poco. Una actuación. Eso era todo.

—Casi me matas...

Y las carcajadas de TaeHyung sonaron por todas partes.