La Elegancia Al Caminar [YAOI]

¿Cordura... Donde?

Un potente ruido se escucho de lo más profundo del bosque. 

Aquel ruido fue provocado por nada más ni menos que Laurett Blooded, uno de los últimos descendientes de Megan Jackfire. 

- ¡Tienes que calmarte! -Grito Jann.- ¡Por favor, Laurett!

El chico no escucho las suplicas de su pareja. Su corazón y mente ardían en furia y dolor. ¿Por qué las cosas no pudieron ser diferentes? ¿Por qué Samantha, por qué? Sentía fuertes punzadas de dolor en su garganta, sus manos temblaban y perdían su color natural.

Jann se lanzó a contenerlo.

- Laru... mírame, por favor, mírame ¿sí?

Lo peor que podía suceder en estos casos era que a nuestro pequeño vampiro le diera un ataque de pánico, sumándole un bajón emocional y un poco de desesperación. 

Cada dos pazos que avanzaba Jann, cinco pasos retrocedía Laru. Jann, tomando por sorpresa a su novio, le agarro ambas manos y lo jalo hacia sí para luego rodearlo con sus brazos. El mayor conocía muy bien al más pequeño, pero nunca pudo entender aquella mente tan retorcida heredada por Megan. No quería imaginar que era lo que estaba pensando él ahora, pero tampoco se permitiría a dejarlo libre por ahí. En el estado en el cual se encontraba ahora, era muy peligroso dejarlo solo. Afirmo aun más el abrazo, a pesar de que Laru quisiera separarse.

- ¿Laru? 

De un segundo a otro, Laurett se mantuvo en completo silencio e inmovilidad, provocando un poco de preocupación al mayor por aquel cambio tan repentino.

- ¿Te sientes bien?

Con cuidado, Jann se separó un poco del cuerpo del menor, pero no tomo mucha distancia, solo por precaución. Examino con cuidado su rostro, logrando divisar lagrimas cayendo por sus mejillas, los labios los tenia entre abiertos por un intento de regular su respiración, y sus ojos aguados se encontraban de un color mucho más intenso de lo normal.

Los ojos de Laru eran de un color rojo vivo.

Jann sabia que esos ojos reflejaban un sentimiento muy grande y profundo, pero también se pudo dar cuenta de que ese gran sentimiento se estaba mezclando con un terror inmenso.

- Laru -Jann suspiro.- Por favor, no me tengas miedo...

*

*

*

Los días pasaban y ya no tenia idea de que hacer.

A cada hora que pasaba se sentía más aturdido. Sentía que el cuerpo le pesaba demasiado, los pies le dolían y las manos las tenia rojas de tanto apretarlas como puños. Pero su mente y consciencia seguían bien despiertas.

El problema estaba en que él no conoce el bosque, su crianza se formo con vampiros y no desarrollo todas su habilidades como hombre lobo. Por lo que ahora mismo se estaba confundiendo mucho con los diferentes olores y aromas que sentía al respirar, su vista también se estaba tornando borrosa, y el corazón no le dejaba de gritar que no podía descansar, de que tenia que estar seguro de que nada lo acechara desde las sombras y de que dejara de pensar en su ultimo amor.

Su ultimo amor... ah

Yassir ya estaba muerto.

- T-Tengo que olvidar-lo... -Se hablo en voz alta.

Pero aun así no quería creer aquello. A pesar de que su ultimo recuerdo con él fuera en aquel laboratorio del demonio, sentía que realmente él se encontraba equivocado. Pero era ilógico. Nunca vio a Yassir en aquel lugar antes y después de escaparse. Nunca sintió su aroma. Nunca presencio algún signo de vida de aquel chico que le traía loco.