Theophilus se hizo tronar los huesos del cuello girando la cabeza en un círculo para luego abrir los ojos y volver a ver al rostro a los cinco hombres parados frente a él.
-¿Me pueden volver a explicar por qué son tan incompetentes? ¿Cómo puede ser posible que les haya dado una misión tan simple y me fallaran de esa forma?
Los piratas intercambiaron una rápida mirada, llena de pánico, y uno titubeó con el labio inferior tembloroso. -Lo juro se-señor, no sabemos qué su-sucedió.
-Yo si lo sé- repuso, agravando el timbre de su voz. -Es que son unos inútiles buenos para nada- chasqueó la lengua y apretó el agarré alrededor del mango del látigo que tenía en la mano. -Les doy la oportunidad de explicarse de nuevo, y les recomiendo que no omitan ningún detalle si no quieren descubrir lo qué haré con ustedes.
Los hombres se estremecieron y balbucearon entre sí por unos segundos.
-¡Ahora!- chilló, haciéndolos dar un salto del susto.
-Entramos a la taberna como usted nos lo ordenó- respondió de manera precipitada el más bajo, restregándose las manos. Theophilus posó sus ojos en él. -Estaba llena de gente, como siempre, pero esta vez había un aura diferente y la gente balbuceaba entre sí, como si no se sorprendieran de vernos allí. En ese momento yo llevaba el retrato del príncipe y me acerqué al cantinero, preguntándole si no había visto al muchacho- hizo una pausa.
-¿Y? continúa- demandó el capitán arqueando una ceja.
-El-el tipo lo negó pero nos dijo que había alguien que seguro nos podría dar respuestas- contestó otro, sin mirar al griego a los ojos-. Theophilus asintió. -Le preguntamos de quién se trataba y nos dijo que otro grupo de nosotros había llegado unas horas antes y se encontraban en las habitaciones disfrutando de la compañía de las mujeres, pero no podía decirles nada ya que habían pagado una buena suma en oro por ellas. Nos pidió que esperemos, entonces...- bajó la cabeza sin terminar la oración.
-Estoy perdiendo la paciencia- refunfuñó el hombre pasándose una mano por el rostro. Dio un fuerte latigazo en el piso del barco, provocando que los cinco piratas, y el resto de los que estaban alrededor, se sacudieran del susto. -Si uno de ustedes no puede terminar de contarme lo sucedido, los torturaré hasta que imploren que los mate y los haré saltar por la borda así son devorados por los tiburones.
-¡No!- chilló uno con un sollozo. Las lágrimas comenzaron a caer a borbotones de sus ojos y tuvo que controlar su respiración por un buen rato hasta que pudo recuperar la voz. Tenía uno de sus pómulos hinchado y un rastro de sangre seca cayéndole de la boca hasta el pecho, manchándole toda la ropa-Pensamos que era una buena idea tomar algo mientras esperábamos, así que nos sentamos en la mesa que estaba vacía y esperamos que nos llevaran ron- tragó sonoramente. -Pasó un buen rato y a nadie pareció importarle que hubiera un grupo de piratas desatendidos sentado entremedio de todos los borrachos que estaban allí. Así que para ver qué mierda estaba pasando, metí el retrato en el bolsillo trasero de mi pantalón y nos pusimos en pie para ir hacia el mostrador...- frunció el ceño, secándose las lágrimas con el dorso de la mano. -Lo siguiente que recuerdo, fue que una silla me dio de lleno en el rostro y, antes de caer sobre mi espalda, alguien me quitó el pergamino con una velocidad inhumana.
Los hombres asintieron frenéticamente. -Fue tan repentino que nos dio un buen susto- comentó uno. -Cuando volteamos a ver quién había sido, la gente ya se encontraba de pie golpeándose entre ella y atacando contra nosotros.
-Empezaron a romper botellas de vidrios en nuestras cabezas y espaldas- agregó el más bajo. -Apenas pudimos levantar a Ruken del suelo para salir corriendo.
El capitán estudió el rostro de cada uno y se detuvo en el del hombre en cuestión. -Supongo que cuando te pusiste de pie no viste a nadie con el retrato en la mano, ¿o sí?- preguntó, cruzándose de brazos. El hombre negó con la cabeza y estalló en llantos nuevamente. -Nada de esto hubiera pasado si solo se disponían a hacer lo que les dije y no algo más- suspiró mirando al cielo. -Tal vez estoy perdiendo autoridad como capitán y debo volver a los métodos antiguos para recuperar su respeto- comentó de manera amarga.
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De frente al mar ~ [Nyongtory]
FanficLeyendas sobre el kraken, islas encantadas, tesoros perdidos, sirenas, hechiceras y barcos fantasmas se pueden escuchar alrededor de los siete mares. Pero una en especial es la que todo el mundo conoce y teme. Una que algunos aseguran que es real. U...