El viaje🎬

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Como un día cualquiera entraba al metro para poder ir a la escuela .¿Lo peor del metro? que a las 8 se llena de gente y siempre acabo aplastada entre personas o en alguna puerta, es lo peor de este mundo porque al llevar la falda del instituto, que es demasiado corta, algún pervertido me toda los muslos. Ese pervertido del que hablo se llama Pablo y es un año mayor que yo.

Los dos meses que llevo cogiendo el metro, cada día, el se pone detrás mio y me roza ""sin querer"". A ver hay que admitir que es guapo pero que sea normal ¿no?.

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Entré por la puerta de la izquierda y ahora estoy pegada a la derecha 😑. No lo entiendo. Lo peor, Pablo, ¿como mierda acaba siempre a mi lado?

-¿Te puedes apartar un poco por favor?- le digo ya un poco enfadada

-Lo siento, es que hay mucha gente- contesta con una sonrisa de inocencia.

Lo dejo ahí no me voy a poner a pelear por esa mierda.

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En un bache, retrocedo, con la mala suerte de chocar con algo duro, se siente tan bien... Lentamente comienzo a frotarme con eso,sin querer me sale un gemido.

En otro bache, el propietario de de la cosa dura, me empuja empotrándome con la puerta.

-No deberías haber hecho eso. Ahora tengo una erección de cojones por tu maldita culpa-me susurra enfadado al oido

-Pues deberías seleccionarlo de alguna forma-vuelvo a mover el culo en su entrepierna.

-Joder- susurra.

Al haber tanta gente un pequeño grupito nos consigue tapar en lo que él sube mi falda dejándola por la mitad del culo, aparta las bragas y observa como estoy chorreando. Soltando un gruñido entierra dos dedos en mi haciendo que jadee. 

Cuando ya nota que estoy acostumbrada, disimulando, se baja la cremallera y me penetra lentamente disfrutando de mi estrechez. A los minutos ritmo iba en aumento por lo que tuve que taparme la boca con la mano para que las demás personas no sospechasen. Lo mejor eran los baches, como los dos botábamos su miembro se hundía mas en mi.

En acompañamiento, daba masajes en mis tetas, haciendo que los pezones se irguiesen y se volviesen mas sensibles.

Él agarraba fuertemente mi cadera, seguramente dejando marcas, se notaba que para él controlar los gemidos también era difícil.

En un movimiento rápido, me levanta el tronco hundiéndose completamente,dejándome sentir sus testículos sobre mi culo, agarrándome del cuello con su brazo izquierdo como si estuviese susurrándome algo, con su mano derecha bajó hacia mi clítoris donde empieza con un masaje lento y torturoso.

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Cuando estamos a punto de llegar al clímax un frenazo nos irrumpe haciendo que nos movamos hacia la ventana,para no llamar mucho la atención, me aplasta mas contra la puerta dejando que mis pechos queden totalmente aplastados.

Después de la interrupción, seguimos con lo nuestro.

Mis músculos internos se comienzan a contraer como los de su cara, estamos cerca, muy cerca, mientras me pierdo en esos pensamientos no me doy cuenta de que está pasando hasta que caigo en el glorioso orgasmo. Me recuesto sobre la puerta para poder recuperarme, en lo que el se masturba un poco y se libera en el suelo.

Al girarme no me puedo aguantar una pequeña risa al ver el suelo, todo lleno de los dos jugos, ahora mezclándose entre ellos.

Mientras nos colocamos un la ropa, las puertas se abren haciendo que los dos corramos hacia el exterior y escondiéndonos tras una esquina.
Ahí sin ningún sentido empezamos a reír.

-Eso ha sido...

-Increíble- volvemos a reír 

-Porque mañana es sábado que si no, volvería a hacerlo otra vez- confiesa.

-¿Que te impide hacerlo el lunes?

One shots {hot}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora