Kinky pleasures ❀ KaiSoo • SooKai

✨ Dom/Sum

SooKai -Top!Soo

1000 palabras

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JongIn gimió un poco más alto de lo que debería, y apretó los ojos inmediatamente después, porque sabía lo que eso le acarrearía, después de todo ya había llegado diez minutos tarde a su encuentro.

Tragó saliva cuando escuchó suspirar a su amante, Do KyungSoo estaba de rodillas tras de él, podía observarlo un poco si se acomodaba, sin ser notado.

Había conocido a KyungSoo hacía alrededor de un año, y había ido a parar a su departamento hacía unos ocho meses, con cada una de las advertencias explicadas en una mesa de una cafetería, con las gruesas gotas de lluvia cayendo sobre la acera y las colosales nubes pintándolo todo de gris.

La mirada de KyungSoo era penetrante, lo hacía sentir desnudo con tan solo tener un poco de su atención, y le gustaba, maldita sea que le gustaba sentirse así. La voz imperativa del empresario que había conocido en aquella misma cafetería una mañana atareada, hacía que su piel se erizara y que su vientre revoloteara de alguna manera.

Así que había aceptado cada una de las reglas del juego de sumisión al que KyungSoo estaba acostumbrado a jugar. Y ahora, ocho meses después, JongIn estaba acostumbrado a acordar reuniones específicas a la semana, dos, tres o hasta cuatro veces, dependiendo de lo que KyungSoo acordara y su disponibilidad de horario en su trabajo.

Llegar tarde era uno de los fallos más grandes que podía tener con él, a KyungSoo no le gustaba cuando lo hacían esperar, sobre todo cuando él ya estaba listo para poderse en acción. JongIn había llegado diez minutos tarde porque su profesor de danza contemporánea lo había retrasado hablando de una posible presentación, lo que lo hizo perder el autobús que lo llevaría a la zona de la ciudad donde KyungSoo vivía.

Había llegado al departamento, se había estado preparando desde la mañana para su cita, por lo que simplemente se desnudó en un pequeño cuarto contiguo al estudio donde vería a su amo, se colocó su collar de cuero negro en el cuello y se echó un vistazo al espejo para comprobar rápidamente que todo estuviera en orden.

Lo había esperado sentado sobre sus pantorrillas, con las manos sobre las rodillas y la espalda recta, mientras su mirada estaba enfocada sobre la alfombra, porque a su amo no le gustaba que lo vieran a los ojos; cosa que JongIn deseaba más que nada en el mundo, porque eran tan sensuales como cada uno de sus roces.

Y ahora estaba ahí, con el trasero expuesto sobre la cama, atado con las manos juntas y los pies también, de rodillas y con la mejilla sobre el colchón, gimiendo bajito, mordiéndose el labio para impedir que sus sonidos salieran sin permiso de su boca, porque KyungSoo lo estaba reprendiendo.

Un varazo por cada minuto tarde, JongIn sentía el ardor con cada movimiento sobre su trasero. Podía imaginar que su piel morena estaba roja cuando la vara se estampó por quinta vez sobre su nalga, haciéndolo jadear.

Y no sabía sino hasta hacía unos meses, que el dolor pudiera ponerlo incluso un poco más excitado. KyungSoo le agarró de la cadera para estampar una vez más la vara de castigo a la que JongIn estaba un poco acostumbrado a esas alturas.

ㅡ ¿Por qué te gusta ser desobediente?¿Eh? ㅡ La voz gutural de KyungSoo hizo que JongIn se mordiera un poco más, apretando los ojos cuando el último golpe llegó a su trasero. ㅡ ¿Te gusta contradecirme? Responde.

Ahí estaba el tono imperativo otra vez, JongIn liberó su labio e intentó controlar su respiración apresurada para poder responder apropiadamente, después de todo no era un dolor que no pudiera soportar, siempre estaban las palabras de seguridad para que KyungSoo se detuviera.

ㅡ No, amo. Seré puntual la próxima vez.

KyungSoo le acarició con sus varoniles manos desde la base de su cuello, bajando por los huesos marcados de su columna hasta su trasero, que agarró con posesividad antes de separar sus nalgas y pegarse completamente a él.

El miembro erecto del mayor se deslizó por su cavidad sin suavidad alguna, lo penetró de una sola estocada y JongIn contuvo la respiración, porque había venido previamente lubricado para él, como siempre le indicaba.

Sentir el pene grueso atravesarlo y partirle en dos era para él una de las sensaciones más dolorosas y gratificantes a la vez, sentirlo moverse contra él un poco suave al principio, con la consideración que su amo tenía con él, lo hacía sentir satisfecho y amado, mientras aceleraba las embestidas y él sudaba la gota gorda para seguir gimiendo bajito y no revelarse. Para no pedir más y hacer fluir su nombre desde sus recónditos.

KyungSoo lo tomó por la cintura y se movió más rápido, entrando y saliendo de su agujero mientras observaba su piel morena removerse sobre las sábanas blancas. Le encantaba la manera en que sus testículos chasqueaban contra sus nalgas y lo hacían rebotar una y otra vez. Le gustaba escucharlo contenido mientras él le tomaba de los hombros para cambiar de posición y poder hacerlo vibrar para él.

Lo escuchó quejarse un poco más alto de lo debido y le estampó un manotazo contra su glúteo para que se comportara. JongIn pese a los meses que tenían juntos seguía teniendo algunas dificultades para someterse por completo porque necesitaba sentirlo hasta el final. Pero KyungSoo siempre terminaba dominándolo, siempre terminaba haciéndolo trizas, y la sensación le gustaba.

Le encantaba tenerlo a su disposición, y cuando aceptaba jugar con alguno de sus accesorios para intentar cosas nuevas. KyungSoo se preocupaba por su bienestar y su placer, siempre estaba al pendiente de que su pequeño sumiso recibiera grandes cantidades de placer mientras se lo follaba a diestra y siniestra, con sus propias reglas, siempre con sus reglas.

ㅡ Ahora quiero que gimas alto, quiero escucharte.

JongIn se sintió liberado cuando lo escuchó dar aquella orden, acatándola inmediatamente, soltando jadeos apresurados y gemidos sonoros que se esparcieron por toda la habitación. KyungSoo lo embistió sin piedad alguna y JongIn se entregó a su amo de pies a cabeza, en pensamientos e incluso de corazón.

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Es la primera vez que abarco este tema, así que no me apedreen plis, busqué información y me informé de lo esencial; pero siento que me faltó algo :v no sé.

El BDSM es todo un mundo, y bueno quedó mucho más largo porque quería darle un poco de trasfondo a la historia, para que se pudiera comprender mejor. Espero les guste aunque sea un poco.