Familia unida

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Los días avanzaban, Rin sentía un nudo en la garganta al ver a sus hijos algo decaídos por la falta de su padre. Aunque ella también lo extrañaba y solo habían pasado tres días desde que él no iba a la casa. Se mandaban mensajes de texto por las noches, pero no era lo mismo. 

—¿A ustedes les gustaría que su padre viviera con nosotros? —pregunto Rin la noche del miércoles durante la cena. 

—¡Sí! —respondió Mei con una sonrisa. Kai solamente asintió, pues aunque no era tan cariñoso y expresivo como Mei, quería que su padre viviría con ellos, como cualquier niño de su edad. 

Rin sonrió ante sus respuesta y siguieron con la cena, luego jugaron un rato más con Kirara y se fueron a dormir. Rin les dio un beso e la frente y después fue a su habitación. 

Al día siguiente llevo a los niños con Aome ya que tenía que ir a tomar unas fotos y la niñera no estaba disponible para ese día.

—Gracias por cuidar de ellos —agradeció Rin con media sonrisa.

—No es nada, sabes que lo hago con gusto. 

—Pasare por ellos en un par de horas —aviso. 

—Esta bien —sonrió.

Rin se despidió de sus hijos y después se fue para tomar las fotos de un restaurante. Luego fue al hotel donde se estaba hospedando Sesshomaru. No le había avisado de su visita, así que quería darle una sorpresa. 

Pidió a la recepcionista que no diera aviso de su llegada. Simplemente entro al ascensor y fue directo al quito piso, era extraño que esta vez él no rentara el penthouse del lugar. Ahora estaba en una habitación normal de un hotel cinco estrellas. 

Salió del ascensor una vez que este se detuvo. Camino por el largo pasillo hasta llegar a la habitación deseada. Toco un par de veces y espero a que él le abriera. Pasaron un par de minutos para que el peliplata abriera la puerta.

Tragó en seco al verlo envuelto en una toalla y su cuerpo húmedo. Acababa de salir de salir de la ducha. Él se hizo a un lado para que ella entrara, pero al notarla tan sonrojada y sin intenciones de moverse la tomó de la muñeca y él mismo la hizo entrar. Ella reacciono cuando estaba entre los brazos de Sesshomaru y le estaba robando un beso.

—¿A qué debo tu visita? —pregunto en tono sensual, haciendo que su piel se erizará. 

—Yo... —las palabras se quedaban atoradas en su garganta. Quería decirle que lo había extrañado pero no podía—. Los niños te extrañan —pudo decir al fin y él sonrió de lado, mientras bajaba sus manos hasta los glúteos de la castaña.

—¿Sólo los niños? —rozo su nariz con la de ella.

Ella abrió los labios pero no salía nada de ellos, la miro con gracia y le dio un corto beso, pero cuando estaba por apartarse ella llevo sus manos alrededor de su cuello y lo jalo hacia ella para profundizar el beso.

Fueron dando pequeños paso hasta estar recostados en la cama, él le quitaba la ropa y ella lo acariciaba. Sesshomaru comenzó a dejar mordidas en el cuello de la castaña, ella no paraba de jadear y apretar el cabello plateado. La platica paso para después, ahora se concentraron en entregarse nuevamente. 

—Debo de ir por los niños... —dijo con la respiración agitada una vez que terminaron y él la envolvía con sus fuertes brazos.

—¿Están con Aome? —ella asintió—. Llámala y dile que tardaras un poco más —ordeno en voz suave mientras la abrazaba.

Rin sonrió y tomó el teléfono del hotel para llamar a Aome, pues su celular estaba en alguna parte de la habitación y estaba muy cómoda como para levantarse a buscarlo. 

I miss you {NarakuxKikyo}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora