international Love (Trump x Peña)

todo estará bien

-¡un muro! ¿¡como debo reaccionar a esto!?-refunfuñaba desesperado aquel moreno, en su mirada sin duda podía verse la desesperación, su constante e inquieto andar de un extremo dela  habitación al otro era suficiente para delatar el terror que sentía en aquel momento, no hacía falta ver sus ojos llenos de pánico para darse cuenta, por supuesto, ni escuchar su atolondrada voz, su simple actitud le delataba por completo.
-Enrique, debes calmarte, no puedes pensar bien cuando estas nervioso y terminas diciendo estupideces- dirigió la esposa de este, que se encontraba sentada en el límite de la cama mirando como su marido desesperaba más con forme al segundero del reloj de su cuarto daba ese pequeño sonido cuando marcaba el tiempo.
-no puedo Angélica, ¿que debo decir? ¿que debo hacer?...
-amor, las cosas se darán con forme pasen los días y ese hombre de más noticias, no podemos precipitar las cosas
-si, tienes razón... necesito descansar un poco...
-si, ¿por que no vienes a la cama?- propuso coqueta la castaña haciendo un pequeño espacio a su lado
-tengo que ir al baño... no puedo pensar bien- rechazo el azabache dicha propuesta para así cumplir lo anunciado y adentrarse al tocador.
Estando ahí, solto un pesado suspirar y se sentó en el retrete, se quedó así con la mirada baja por unos minutos hasta que tomó su celular y admiro una foto captura que había tomado del informe de la campaña política de Trump; mientras la miraba, lo único que podía pasar por su mente era la pregunta de "¿que tanto estará tramando?" Sin embargo, después de unos minutos dejo de mirar dicha foto para comenzar a admirar a dicho rubio sin saber el porque.
-Que extraño- dijo en sus adentros mientras que sentia una pequeña punzada en el pecho, no, en su corazón.
-pero que mejillas tan rojizas... le hacen ver... muy bien ~
Concentrado en dicha fotografía, sus pensamientos fueron interrumpidos cuando un par de golpeteos se escucharon tras la puerta -amor, ¿estás bien?- pregunto Angélica preocupada
-¡si, estoy bien!- anunció un poco nervioso Enrique bloqueando su celular, despejando su mente de aquello y así poder abrir la puerta con el.corazón a punto de salirse de su pecho -¿vamos a dormir?
-por su puesto
Ambos cónyuges se recostaron cada uno en su lado de la cama apagando las luces de la habitación. Angélica cayó dormida a profundidad en pocos minutos, mientras que Enrique no podía borrar de su mente aquellas rosadas y regordetas mejillas
-tan rosadas...