Solangelo One-shots

Creo en ti 1/2

Todas las parejas tienen discusiones, eso es un hecho. Aunque las dos personas se amen, es imposible no pelear por distintas cosas, esto también contribuye a la formación de la relación y la confianza entre las mismas.

Con Nico y Will las cosas no eran diferentes, aunque sus peleas siempre empezaban con cosas insignificantes, siempre llevaba a que los mencionados no se hablen por días, luego terminaban desesperándose por la falta que el otro le hacía y corrían a arreglar las cosas charlando, charlas que curiosamente siempre tenían en la cabaña de Hades y con las puertas cerradas con llave.

Pero un día una pelea llegó demasiado lejos.

El campamento estaba siendo atacado por monstruos, nadie sabía como habían llegado ni como pudieron  atravesar la barrera que los protegía. Las empusas, mantícoras e incluso hasta una hydra entraban hacia la colina mestiza con una velocidad alarmante.

Todos los campistas estaban en la batalla, Nico obviamente incluido. Iba lanzando tajos a diestra y siniestra con su espada de estigio, matando a todo lo que se interpusiera en su camino y ni aún así era suficiente, cada vez que mataba a una criatura dos reemplazaban su lugar. En su mente solo un nombre se repetía "Will", pues estaban juntos cuando el ataque empezó, el hijo de Apolo al ser el médico del campamento tuvo que irse rápidamente a curar a los heridos que dejaba la batalla.

Todo era inútil, la única solución era matar a todas las criaturas a la vez, así dejarían de ser reemplazadas tan rápidamente. Sabía que Will se molestaría por esto, sabía que era muy arriesgado dado que las heridas de haber traído la Atenea Partenos al campamento todavía no habían sanado del todo. Pero era la última opción que tenía, si seguían así los monstruos podrían avanzar y quizás matar a Solace, no podía dejar que eso pasara.

Concentró todas sus fuerzas, sombras se arremolinaron en su entorno y salieron como tentáculos a matar a todos los invasores.

-NICO- fue lo último que escuchó antes de desmayarse.

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Sus párpados parecían de plomo, un largo tiempo tardó hasta que los pudo abrir del todo.
Lo único que pudo distinguir fueron las paredes y cortinas blancas que estaban a su alrededor. "La enfermería" pensó "no estoy muerto". Antes de pensar algo más una cabellera rubia apareció detrás de las cortinas, lo quedó mirando, pero no con la mirada llena de amor a la que estaba acostumbrado, sino con una mezcla de preocupación y enojo.

-¿Por qué hiciste eso Nico? Pudiste haber muerto, has estado inconsciente una semana. ¿No pensaste en cómo me sentiría yo?¿Cómo viviría si algo te pasara?- los ojos de Will se llenaron de lágrimas y su voz sonaba rota.

-¿Y que esperabas que hiciera?¿Dejar que algo te pasara, dejar que destruyan el campamento? Además ya estoy bien- Nico se cruzó de brazos y miró a Will.

-¿Ya éstas bien dices?¿YA ESTÁS BIEN? ESTUVISTE A PUNTO DE DESAPARECER EN LAS SOMBRAS, SOLO ME PREOCUPO POR TI NICO,  MALDICIÓN-.

-PUES NADIE TE PIDIÓ QUE TE PREOCUPARAS POR MI, VETE, NO NECESITO QUE NADIE ESTÉ MOLESTANDOME TODO EL TIEMPO, VE A FASTIDIAR A ALGUIEN MÁS, NO ME IMPORTA- se calló abruptamente al entender lo que había dicho.

Will salio corriendo de la enfermería, no lo entendía ¿Nico lo consideraba un fastidio? Siempre pensó que le gustaba que alguien se preocupara por él, que cuidara su salud y lo quisiera. Le dolía muchísimo lo que el pelinegro le había dicho. Se quedó en el bosque el resto del día solo para no encontrarse con el hijo de Hades.

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Los días pasaron y Will evitaba a Nico, no quería hablar de lo que pasó. Tenía miedo de que Nico no quisiera estar más con él, y si, era bastante idiota, pero de solo pensar en que el rey de los fantasmas quiera terminar su relación, se le hacía un nudo en la garganta y le agarraban unas ganas horribles de llorar.

Nico no salió de su cabaña en los últimos 3 días, su miedo a que Will termine con él aumentaba conforme se encerraba en la oscuridad de la cabaña 13. Jason se ofreció a llevarle la comida, dado que no logró convencer a Nico de ir al comedor.

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Kayla pov

Ya no soportaba que mi hermano y Nico estén separados. Como la vice-presidente del club solangelo (el presidente es Jason) tengo que intervenir. Por lo poco que me contó Will, creo que el que metió la pata fue Nico.

Me encamino hacia la cabaña 13 a hablar con el hijo de Hades. Toco la puerta y una voz desde adentro me grita que me largue, tsk.

-Nico, soy Kayla, sé que te peleaste con Will, tienen que arreglarlo. Ustedes son mi OTP, maldición-.

La puerta se abrió y... Dioses, Nico estaba peor de lo que yo pensaba.
Tenía ojeras y su piel que había recuperado un poco de su tono oliváceo ahora volvía a estar pálida.
Lo empuje y entre a su cabaña.

Los de Hermes eran ordenados comparados con el hijo de Hades.

-Oh... Ejem... Bueno- me di la vuelta y lo encaré- No sé que pasó contigo y con Will, pero ambos son unos idiotas. Su amor es lo más tierno que he visto en mi puta vida. Van a arreglar las cosas por las buenas o por las malas- dije señalándolo con un dedo acusador.

-No es tu tema, es algo entre nosotros. Aunque no creo que Will quiera perdonarme de ninguna manera, le dije cosas muy feas de las que me arrepiento, pero ahora ya es tarde- vi como sus ojos se iban cristalizando a medida que hablaba- el va a terminar conmigo- se sentó en la cama y puso su cara entre las manos.

Me senté a su lado, sabía que no le gustaba el contacto físico (a no ser que seas Will Solace). Pero realmente estaba mal, le puse una mano en el hombro, y hablé con la voz que solía usar para tranquilizar a los niños en la enfermería.

-Nico, sé que mi hermanito te ama... Puede que le hayas dicho cosas hirientes, pero de seguro el sabe que todo fue por la emoción del momento- levantó su cara y sus ojos estaban rojos por el llanto- ¿Tu crees que me perdonaría?- preguntó- Por supuesto que si, estoy segura- un atisbo de sonrisa apareció en sus labios.

-¿ Y crees que debería decirle que lo siento y ya?- se acomodo en la cama de modo que sus piernas formaron un pretzel.

-Mmm... Podrías hacer algo más grande, considerando lo que le hayas dicho- me levanté y empecé a caminar por la cabaña.

-¡YA SÉ!- mi grito fue tan fuerte que seguro lo escucharon en Nueva Roma.

-Siendo hija de Apolo, ¡te recomiendo que le cantes!, con la canción adecuada podrás mostrar todo lo que sientes- dije con una sonrisa de oreja a oreja.

-¿Qué canción debería cantar?

-Oh... Por suerte para ti, me tienes de tu lado. Yo ya pensé en la canción perfecta. Se la cantaras en la fogata de ésta noche, hay que preparar todo, ¡Vamos!- agarré de su camiseta para llevarlo afuera- Em... Creo que debería cambiarme- volteé a verlo y estaba ligeramente sonrojado, bajé la vista y recién me di cuenta que solo traía unos boxers.

-Oh, claro, lo siento- lo solté- pero rápido di Angelo, no tenemos mucho tiempo- entró prácticamente corriendo a su cabaña.

Esto sería genial, tendré que tener lista mi cámara, ésta reconciliación Solangelo será épica.