Lux Aeterna{#1} Darius x Lux |Ángeles y maldiciones|

{20}.Regalo de Dioses

Notas:  Hola a todos!. Esta vez traigo un capítulo un poco diferente, uno de los pocos que son de Garen y Katarina. Tengo mucho cariño en particular por Katarina, no sé por qué pero cuanto más escribo sobre ella más me gusta, y más me gusta como se va a desarrollando el personaje. Espero que os guste y de nuevo muchas gracias por comentar y por el apoyo dado. Tened un buen día y ya sabéis que Yhoshi os quiere mucho <3.

Edit: Hola a todos de nuevo, quiero poner un edit a estas notas porque no sé, siento que debo escribir algo al respecto y aunque la historia no tiene nada que ver con lo que voy a comentar ahora me gustaría que la gente supiera si por algún casual se dejan caer para leer mi fanfic.

Vivo en una pequeña ciudad del norte de España. Es una ciudad preciosa y aunque amo muchos países extranjeros, amo también mi país y en concreto mi tierra. Hoy me he levantado a las 8:35 de la mañana y he visto el cielo llorando fuego. Sí, eso es lo que visto un cielo del color del fuego. Pero no del color del fuego del Sol o del color del fuego de los amaneceres. Era el color de la guerra, en mismo tono grisáceo y anaranjado de las brasas.

Está muriendo, así es, la Tierra ya de por sí se muere, pero no por su propia naturaleza, sino por la nuestra propia, ser humano destructor y aniquilador. Matas a los árboles, los animales, matas lo precioso de nuestros bosques y lagos. Y te odio. Seas quien seas, estás haciendo mucho mal. Y seas quien seas, que sepas que eres estúpido, eres estúpido porque crees que ganas. Crees que con esto que haces, prendiendo más y  más focos ardientes, luchas por algo o revindicas algo, y no, lo único que haces es destruirte más a ti mismo, al igual que nos estas destruyendo a todos.

Para. Reflexiona. Protesta si tienes que hacerlo. Pero deja de destruir el Mundo en el que vives.  Mi padre es bombero y puedo decir que lo vivo de cerca. Y que cada vez que él sale a hacer su trabajo a mi madre y a mí se nos encoje un poquito el corazón por la preocupación que nos aflige el saber que algo malo pueda suceder.

A Todos los que habéis leído este pequeño fragmento de resentimiento os doy las gracias y me gustaría que si por algún casual jugáis con fuego, por favor no lo hagáis, es un elemento peligroso. Y recordad el sabio dicho popular: Quien juega con fuego...

https://www.lavozdeasturias.es/noticia/asturias/2017/10/15/sube-18-numero-fuegos-asturias/00031508091095728222656.htm

http://www.20minutos.es/noticia/3160651/0/ochenta-fuegos-queman-galicia-mientras-xunta-habla-intencionalidad/

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Era muy temprano, y pronto le tocaría partir, pero antes necesitaba visitar a su Rey. Entró en la gran mansión Escudo de Luz. A pesar de que Garen ya provenía de una familia noble, la casa de Jarvan nunca dejaba de sorprenderle. Y no por las riquezas o la grandeza de la misma, sino por lo años y años de historia que tenía y las cosas que custodiaba con tanto anhelo. Los registros de épocas pasadas se guardaban en la zona más protegida de Demacia, la mansión Escudo de Luz.

Un mayordomo, que ya sabía de la visita del guerrero, lo esperaba paciente a la entrada del enorme y gran pasillo que ante él se desplegaba. Caminaron por varios minutos, hasta llegar a una pequeña salita, o al menos pequeña, si era comparada con el resto de estancias de aquella enorme casa. Había una chimenea la cual se había encendido hacía poco, y dos sillones unipersonales, pero lo suficientemente anchos para que cupieran dos personas en ellos. En medio de éstos había una mesita que hacía las veces de mini bar de una madera muy bien tallada y barnizada. El suelo de la estancia era envuelto por una alfombra muy esponjosa de cálidos colores grises, y el techo estaba pintando a modo de cielo, con símbolos religiosos de diversos Dioses, a los que Garen tanto veneraba.