No te enamores...

NO TE ENAMORES...

...

Cuando comenzaron con eso, acordaron una sola regla...

- Queda... ah... estrictamente prohibido... Pe-Percy... enamorarse...

Enamorarse solo complicaría las cosas. Por eso ponían todo su empeño en, las inumerables veces que sentían un sentimiento más allá de la amistad...

- Ugh... oh mierda Nico...

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Al principio fue bastante sencillo, cuando Nico aún iba y venía del Inframundo a Nueva York, y Percy estaba más concentrado en sus estudios que otra cosa. Sexo cada tanto, sin sentimientos ni compromisos. Todo marchaba de maravilla.

El problema comenzó cuando Nico se instaló permanentemente en el departamento de Percy.

Si bien, en realidad, al principio las cosas seguían teniendo la misma cantidad de sentimientos (es decir, nada.) pero con más frecuencia (todos los días.), pronto todo comenzó a cambiar.

Es decir, mientras las visitas de Nico eran constantes, lo único que hacían era acostarse y, al finalizar, el hijo de Hades se iba. Al vivir juntos, Percy comenzó a notar otras cosas. Como lo increíblemente pacífico que se veía Nico al dormir, o lo adorable (¿adorable? ¿Nico Di Angelo? Definitivamente tanta comida azul en su sange lo estaban comenzando a dañar.) que se veía el muchacho al  desayunar adormilado, o los increíblemente hermosos que eran sus ojos oscuros...

- Estoy jodido.

Piper miraba entre divertida y comprensiva a su amigo. Se encontraban en la biblioteca de la Universidad de Nueva York, en la sección de Mitología Griega. Percy se golpeaba consecutivamente la cabeza contra la mesa en la cual se suponía que estudiaban, y Piper se debatía entre filmarlo y mandárselo luego por e-mail a Annabeth o consolar a su amigo.

Finalmente ganó la última opción.

- Percy, primero, deja de golpearte la cabeza. Vas a acabar con las pocas neuronas que aun te quedan.

El muchacho levantó el rostro, encontrándose con la mirada de la hija de Afrodita.

- ¿Qué?

- Escucha, no es tan grave como te lo piensas.

- Luchar contra Kronos no es tan grave como me lo pienso. Esto si que es grave.

Piper exhalo mientras ponía los ojos en blanco. Esta vez, ella no estaba usando su embrujahablada

- Y dicen que las dramáticas somos las mujeres. ¿No pensaste que, tal vez, a Nico le pasa lo mismo?

- Te recuerdo que estamos hablando de Nico di Angelo. Nuestro Nico.

Piper levanto la vista al cielo, mientras juntaba las palmas de sus manos como para rezar.

- Apolo, dame paciencia. Escúchame, Percy, precisamente porque hablamos de nuestro Nico, es que te digo esto.

- No te entiendo.

- ¿Por qué no me sorprende? - Percy frunció el ceño, mientras su amiga reía al ver la cara de frusttacion de Percy. - Mira, Nico se mudó del Inframundo, donde se sentía muy cómodo, para vivir contigo, ¿verdad?

- Si. ¡Pero eso fue porque decidió estudiar!

- Si, sesos de alga, a eso suele llamársele excusa. Imagino que alguna vez habrás inventado una, ¿no? Además, ¿hace cuánto que se acuestan?

- Ya... casi dos años.

- Bien. Y, en estos dos años, ¿cuántas veces se acostó Nico con otra persona?

El hijo de Poseidón abrió la boca para contestar, pero enseguida la volvió a cerrar. Entonces, alguien llamo a Piper por mensaje iris. Percy la miró pálido, la muchacha puso los ojos en blanco.

- No te preocupes, voy a atenderlo afuera. Pero piensa en lo que te dije mientras no estoy.

Entonces la muchacha salió de la biblioteca, dejando al mestizo sumido en un mar de pensamientos confusos.

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Cuando Percy entró en el departamento, el lugar estaba a oscuras y Nico se encontraba tirado en el piso, solo con una camisa negra que razaba "underworld" y los auriculares gigantes de su i-pod puestos. La música estaba tan alta, que hasta Percy la escuchaba.

Sin poder contener una risita, el mayor se acercó lentamente, hasta llegar junto al chico. Entonces se posicionó sobre él, sosteniéndose sobre sus brazos y rodillas. Nico abrió los ojos, mientras se quitaba los auriculares.

- ¿Quieres descargar un poco de tensión? - preguntó el hijo de Hades, con una sonrisa insinuante en los labios. Percy comenzó a besarle el cuello.

- Si... un poco tal vez, pero, antes... - dejando un camino de besos, el mayor acercó sus labios a la oreja del muchacho, el cual se estremeció ligeramente - ... necesito hablar contigo sobre algo...

- ¿Justo Ahora? - preguntó Nico, levantando la camisa de Percy, mientras que con su rodilla acariciaba la entrepierna del mismo. - Podríamos hablarlo después...

Percy no pudo negarse y de un solo tiron levanto a Nico, ambos caminaron hacia la recamara. Percy empujo a Nico contra la puerta, acto seguido lo tumbo sobre la cama.

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Recostado en la cama de Percy, ambos mestizos descansaban, compartiendo una cerveza.

- Si Annabeth supiera que te estoy dejando beber, me cuelga del árbol de Thalia. - a Nico se le escapo una carcajada.

- El problema es que Annabeth aún piensa que tengo diez años, su memoria no le deja recordar que tengo dieciocho.

Se quedaron en silencio, la cabeza del menor descansando sobre el hombro del mayor. Cuando Percy finalmente tomó el valor para hablar, Nico se le adelantó.

- ¿Sabes...? Creo que he roto nuestra unica regla.

Las palabras, apenas susurradas, quedaron flotando en el aire como una suave brisa.

- ¿Percy...?

- ¿Sabes...? Creo que no importa.

Y cuando el de ojos verdes se inclinó para besarlo, Nico supo que la charla que había tenido por mensaje iris un rato antes con Piper, había rendido frutos.

EL FIN