El receso. [ L.S ]

[Final.]

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Un pitido sonaba en toda la habitación, mientras aquel aparato que daba oxígeno al cuerpo en aquella cama, subia de una manera tranquila.

Las ventanas eran cubiertas por grandes cortinas, dejando todo en total obscuridad.

Un cuerpo pareciendo muerto sobre una camilla.

Y un adormilado Harry en el sofá.

Dolor, tristeza, temor y nervios. Eran todos los sentimientos que el rizado podría sentir en aquel momento, llevaba años esperando a volver tener frente a sus ojos, aquellos luceros que daban vida a toda la felicidad que el tendría en si.

Louis se encontraba enfermo, su corazón no funcionaba del todo bien y necesitaba un trasplante de este.

Harry se acerca hasta la camilla para poder tomar las manos del chico, besando esta de una manera lenta.

"¿Cómo es que pasamos de tener solo ocho años jugando en el receso a esto? Tú, luchando por la vida, mientras yo miserablemente estoy esperando a que ganes aquella batalla."

El rizado comenzó a dejar salir las lágrimas, estaba roto.

"Espero que puedas ser feliz, oh, mi dulce Lou."

Recargó su cabeza en el pecho del menor y dejó salir un fuerte lloriqueo.

Todo habría acabado.

Su héroe podría ser feliz.

Louis abrió los ojos de una manera lenta, observando la habitación con total detenimiento, por alguna razón se encontraba cansado.

El silencio y la oscuridad abarcaban el lugar, haciendo aquel espacio algo deprimente.

Sonrió de lado al notar una nota junto a él, dejando escapar un leve suspiro antes de tomarla y comenzar a leer.

Era de Harry..

«Lou, bebé.»

-Ciertamente me apenado de haberte dejado esta mañana, sin embargo, no me arrepentiré, pues por ello, te encuentras leyendo esta nota en significado de que sigues vivo.

Oh, mi héroe, te amo y no tienes ni idea de cuánto.
Espero te encuentres bien después de esto.
Después de mi muerte.
¡Pero no te pongas triste, ahora tienes mi corazón, tienes una pequeña parte de mi!
Y espero puedas aprovecharla tanto como yo.
Recuerdame, se feliz y observa el cielo constantemente.
Yo estará ahí, saludando hacia a ti.

Pd; siempre que me recuerdes, coloca tu mano en tu nuevo corazón.

¡Te amo!

Hazz. xx

Y ahora Louis lo sabía.
El de verdad creía nuevamente en las palabras de su princesa.

"Sí Lou, yo haría todo por ti."