Louis es un chico de 15 años que ama seducir hombres. Su padre, cansado de todo aquello decide darle un placentero castigo.
—¡Ah! ¡Papi! Muevete por favor.— chillo Louis mordiendo la almohada blanca de su rosada cama.
—Espero que con esto se te quiten las ganas de succionar mas pollas, bebé. — decía mientras lo penetraba con fuerza.
—¡Ah!, si papi, si, si, amo tu polla, solo la tuya.
El ojiazul movía sus caderas hacia atrás con rapidez intentando que el pene de su padre se adentrara mas en el.
Luego de unos minutos tanto Louis como Harry llegaron al orgasmo.
—Mama llegara en cualquier momento, papi. — dijo acomodandoce el cabello. —Me ire a bañar.
Harry se levanto de inmediato y lo tomo por la cintura pegando su erección en el trasero de su hijo. Mordió su cuello y con sus manos recorrió el trasero desnudo de Louis hasta lograr meter un dedo en este.
—Oh, hazlo mas rápido — gimió.
Harry lo acercó a una especie de buró. Doblo su delgado cuerpo haciendo que el pecho de Louis pegara con la superficie. Se colocó de rodillas y acercó su rostro a el culo de su hermoso hijo y comenzó a lamer y morder su entrada de una manera extremadamente deliciosa.
—¡MALDICIÓN! ¡SIGUE PAPI! — Grito el chico abriendo mas las piernas para que su papi pudiera lamer mas adentro.
Sonrió mientras lamia con intensidad el rosado orificio de su pequeño. —Espero que tus piernas sean fuertes, bebe, aun tienes que montar la polla de papi.
Asintio repetidas veces.— Si papi, montare tu polla— respondió entre jadeos.
Si ese era el castigo que su padre le pondría, definitivamente tenía que seguir probando mas pollas.
