De supernovas y meteoritos.

eight

Marte a veces se imagina que los años se cuentan como en la antigüedad, que los pajarillos son gente que a la que le gusta mucho silbar y que las películas de lobos y vampiros adolescentes son algo inteligente. Ella sabes que se lo esta imaginando, porque son cosas estúpidas que no sirven para nada mas que matarle el tiempo, aunque le duela matar al que en algún momento fue su mejor amigo. Oh, el tiempo gran hacedor de acciones. Pero en ese momento no necesita para nada esas distracciones, porque ahí esta Theo que es la mejor distracción del planeta tierra.

-¿Te diviertes, Supernova?-Pregunta Theo con una sonrisa tan ancha que a penas no llega a sus orejas. 

-La verdad es que no. La complejidad de las preguntas y crisis existenciales últimamente no me dejan dormir. Siento que voy a volverme loca.

-¿Y si te digo que tengo todas las respuestas a esas preguntas? Ven, pregúntame.

-No te creería y de todos modos no te voy a preguntar me da vergüenza.

-Vamos, pregúntame. No hay respuestas sin preguntas ni preguntas sin respuesta. Si no lo preguntas nunca lo vas a saber y los dos morirás de curiosidad por mi respuesta antes de hacerlo por tus preguntas. Vamos, pregúntame.

-Bien. Voy a preguntarte. Según tu, ¿hay algo después de la muerte? Y si tu respuesta es si, ¿Qué es eso que hay? 

-Vida. Y vida en abundancia. Creo en que hay algo mas después de la muerte, creo que un ser sobre natural va a descender y habrá un juicio final. No me llames loco, por favor. -Dijo Theo sonrojado.

-Vale. Yo la verdad no tengo idea y por ahora me has quitado las razones para querer descubrirlo. Porque a veces de verdad quiero morir, lo deseo mas que nada. -confesó Marte, algo avergonzada.

-Eso es una tremenda estupidez, Supernova. ¿Quién podría desear la muerte con sinceridad? Una parte de ti sentirá lamento cuando estés próxima a la muerte, te lo aseguro. Lo que no tengo idea es cual es el que mas nos hace sufrir mas en la vida, si es el cerebro o el corazón, tampoco tengo idea de que lo hará cuando estemos próximos a la muerte. -Dijo Meteorito-. Cambiando tema, ya que soy un hombre bastante letrado, te voy a confesar que creo que nadie quiere morir y que si algún día deseas hacerlo debes recordar que hay gente buena en el mundo.

-No eres mas que un filántropo empedernido, aun cuando todo ha sido tan injusto contigo. Te admiro, Meteorito. Incluso cuando se que no...

Marte dejó el resto de la frase perderse en el aire. En el ultimo tiempo, exactamente luego de que Theo había regresado, había estado totalmente fuera de sus sentidos y seguía estándolo. Sentía cada vez mas cerca su inminente partida y su verdadero ultimo adiós. 

Completar aquella frase seria reafirmar algo que no quería en voz alta.

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n.a

hasta ahora he podido actualizar. lamento mucho todos los  horrores de este capitulo.