Once

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Salimos a caminar un poco. Agustín y Laura iban más adelante. Con Manuel íbamos detrás de ellos hablando un poco.

- ¿A que clase de competencia te referías? - pregunté.

- ¿por qué crees que te bese? ¿Por qué quería nomas? No...

Frenó y estiró su brazo colocando su mano en mi vientre, para que no siga avanzando. Lo vi morderse el labio y luego sonreír. Llevo su mano a mi cintura y miró por encima de mi cabeza, ya que era más alto que yo, y se fijó que mi hermano no estuviese cerca. Me miró a los ojos y esta vez, fui yo quien avanzó y lo bese. Esta vez tomé de su rostro, cuando nos separamos ambos sonreímos.

- ¿Por qué tardaron? - preguntó mi hermano cuando subimos al auto.

- Soy mujer - contesté - las vidrieras son más fuertes que yo.

- ¿viste ese vestido rojo? - preguntó Laura mirándome. Después me guiño el ojo.

- Era perfecto - dije y sonreí.

Llevamos a Manuel a su departamento. Me saludo antes de bajar del auto y luego a los chicos. Después de dejar a Laura, con Agustín íbamos hablando un poco en el auto. Y me dio a entender que se había dado cuenta de todo.

- No quiero que sufras - dijo serio - habló enserio.

- No te preocupes - conteste - me gusta... y mucho.

- Debo admitir que nunca te vi así. Me gusta que estés bien - me dijo y le subió volumen al estéreo. Sonaba su canción favorita.

Subí a mi cuarto, me saque los zapatos y el vestido. Me recogí el pelo y me puse ropa cómoda. Me tiré a mi cama y lo único que supe hacer fue sonreír al pensar en la noche que pasamos. En el beso.

Me despertó mi hermano golpeando la puerta. Eran las doce del medio día, hace mucho que no dormía hasta esa hora. Baje directamente pensando en el almuerzo. Entre a la cocina y mi mamá se encontraba hablando con alguien que estaba de espalda. Un cliente pensé, pero no

- Estas todo una mujer - me dijo aquel hombre.

- ¿Tù? - mi cara cambio por completo.

- Hola hija... - dijo tan tranquilo.

Miré a mi mamá que no sabía que decir, tenía su cabeza agachada mirando el suelo. Hace años que no lo veía, la última vez que lo vi fue el día de mi cumpleaños número cinco. Seguía igual, con un poco más de años. No lo pude mirar más a la cara, y me fui a mi habitación. Me cambie, tomé mi mochila con un par de cosas y salí.

- Ey Mayte - dijo Manuel llegando.

- Hola - dije con la voz quebrada.

- ¿Qué pasa? - preguntó y se acercó preocupado.

- Sacame de acá.

Manuel me tomó de la mano y me llevó hasta su auto. Fuimos hasta nuestro lugar, no hablamos nada en el camino. Respeto mi silencio. Era lo que me gustaba de él.

- ¿Qué pasó? - preguntó cuando ya estábamos sentados en el tronco del árbol caído.

- Mi papá - conteste - volvió... estaba sentado en mi casa como si los años no hubiesen pasado. Ahora viene, cuando con Agustín ya somos grandes... no le importo nada.

- ¿Y que te dijo?

- Nada, no dejé que me diga nada.. no lo pude mirar a la cara.

- Tranquila - dijo Manuel y me abrazo - ahora estas acá conmigo. Disfruta del paisaje.

Manuel secó mis lágrimas y me regaló una sonrisa. Sonreí con el, y lo volví abrazar. Sus brazos eran un hermoso refugio.

Subimos al auto y fuimos hasta una estación de servicio y compramos algo para comer. Hace mucho que no me reía tanto, que dejaba mis cosas atrás y sólo disfrutaba del presente.

Comimos arriba del auto, mientras escuchamos un poco de música y hablábamos.

- Esta canción me encanta - dijo y le subió volumen.

- Gracias - le dije.

- ¿Gracias por qué? - pregunto.

- Por aparecer en mi vida. Suena cursi pero apareciste en el momento indicado.

- Agradezco tanto haber elegido a tu hermano como compañero para el trabajo. Quizás no te hubiera conocido nunca.

- ¿Qué hay de vos? ¿De tu familia? - pregunté.

- De mi familia nada, mis padres están separados desde que tengo uso de razón. Tengo una hermanita de parte de mamá y dos de parte de papá - contesto - Ya me acostumbre a todo, pero cuando empecé a estudiar sinceramente quería paz. Así que me fui a vivir sólo...

- ¿Y como vas con la Universidad?

- Bien, por suerte bien - sonrió - la verdad que cada día me gusta un poco más. Aunque para mis padres, esto no me va a llevar a ningún lado, a mi me hace feliz.

- Están equivocados, con todo el respeto del mundo Manuel, pero si te abren una puerta te abren muchas. Es cuestión de buscar. Y más que nada con el Teatro.. te ve un productor y podes hacer televisión y quien dice cine.

- Ojala - dijo pensativo.

- ¿Qué piensas tanto? - pregunté curiosa.

- Muchas veces estuve a nada de darles la razón y tirar todo al carajo. Después me doy cuenta que es lo que me hace feliz.

- Y yo seré la primera en aplaudirte o en pedirte un autógrafo - dije riendo.

Pasamos todo el día ahí. Dentro del auto pero con una vista hermosa. Hablamos de muchas cosas. De nosotros y de los demás.

Al llegar a mi casa, ya mi hermano y mi mamá dormían. Tomé un poco de agua y tomé mi celular, miraba las fotos que había tomado con el. Mi favorita, una de los dos.

Escuche un ruido que venía de afuera, miré por la ventana y era Manuel.

- ¿Qué pasó? - pregunté saliendo despacio de casa.

- No me pude despedir - dijo y me dio un beso.

- Que descanses - dije cuando el iba a su auto.

- ¿Qué te parece si vamos al cine el viernes?

- ¿El viernes? - pregunté - genial

Manuel sonrió y se fue con el auto.

El Amigo de mi Hermano  "ADAPTACIÓN"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora