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Era cosa de todos los días ver a Agust D (jefe de una de las mafias mas temidas en corea), con su babyboy, prácticamente devorándose entre ellos.

De hecho en este mismo instante, SeokJin esperaba a que uno de esos momentos terminara. Se aclaró la garganta para recordarle a su jefe que se encontraba allí mismo, pero poco le importaba a este mientras tenía a su linda perra refregándose contra su erección.

-Jimin, suficiente.- Dijo finalmente Agust, tomando por el cabello a Jimin para que parara de besarlo. El más pequeño hizo un puchero recostándose en uno de los hombros de Agust, mientras que este lo tomaba por la cintura con su brazo izquierdo y acariciaba lascivamente uno de sus muslos con su mano derecha.- Que sea rápido, Jin.

-Ah, claro-. Respondió el mencionado dejando unos papeles sobre el, seguro, maltratado escritorio.- Se dice que los subordinados de JK nos están vigilando. Esa es la información de algunos de los bastardos que pudimos reconocer.

A causa del enojo, Suga apretó un poco el muslo de Jimin-. Puta madre, ¿Qué mierda quiere JK ahora?-. Respondió, alzando un poco la voz.

-Eso es de lo que no estamos seguros aún. Seguramente lo de siempre, dinero, más drogas. Quién sabe.- Contestó el más alto, haciendo una pequeña reverencia-. Ni bien tengamos más información vendré con usted, Agust.- El nombrado asintió dándole a entender que podía retirarse.

Estaba tan enojado que no se dio cuenta cuando su pequeño empezó a refregar su trasero contra su miembro otra vez, a la par que refregaba su cabeza contra su pecho.

-Eres insaciable, ¿No, bebé?-. El de cabello gris dio una pequeña risa ante el apodo y asintió, mordiéndose el labio inferior.

-Quiero complacerte, no me gusta que ese estúpido arruine tu humor, Daddy.- Confesó poniendo una voz acaramelada, mientras relamía sus labios y ubicaba las palmas de sus manos en el pecho del mayor, trazando pequeños círculos con sus índices.

-Primero que nada, cuida ese lenguaje-. Respondió Suga con una voz bastante ronca, dándole una nalgada a Jimin, provocando que un gemido lastimero salga de su boca y que se aferrara fuertemente de su camisa.- Y segundo, ¿Qué quieres hacerme, cariño?-. Preguntó en un susurro, dándose una idea de lo que tenía en mente el menor.

Jimin ladeo una sonrisa, separándose del regazo de Yoongi, para así, ponerse de rodillas en el piso frente a él.

Park era adorable, pero también podía ser malditamente atractivo y seductivo. Más cuando usaba esas provocativas gargantillas negras, camisas largas de colores oscuros, lencería y medias bucaneras de encaje negras. Justamente lo que tenia puesto en ese mismo instante.

Lentamente acarició el interior de los muslos de su pareja con las puntas de sus dedos sobre su ropa, luego apoyó su cabeza sobre el muslo derecho de este y lo miró de una manera provocativa mientras acariciaba de forma tortuosa su duro pene.

-No te hagas del rogar, Kitten-. Comentó Suga, apartando el cabello que ocultaba la frente de Jimin, tomándolo firme, sin mucha fuerza.

El pequeño rió, relamiendo sus carnosos labios una vez más. Sus delicadas manos comenzaron a desabrochar el pantalón, bajándolo en un limpió movimiento con ayuda de su portador. Jimin sonrió al notar el bulto tan marcado entre esos boxers negros. Suspiro de placer al recordar las miles de veces que tuvo ese gran pene dentro de él.

Sin más, bajo de a poco la ropa interior del mayor hasta que la misma llego al suelo junto a sus pantalones, luego de eso, tomó con su mano derecha toda la extensión y con su izquierda acariciando levemente el glande de este con su índice.

-Ah~ Daddy~.- Jadeó un poco, se arrepentía, ahora él quería follar.

-¿Qué pasa?-. Preguntó Suga, sonriendo levemente por el precioso jadeo que acababa de salir de los labios de su novio.

punishment ☆YoonMin☆ ; Mafia!AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora