Notas

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Lo primero que debo decir es que esta historia la escribí con 15 años, y se nota un montón. No es, ni de lejos, mi mejor obra, pero existe y, aunque a veces me muera de vergüenza al leerla, no puedo renegar de ella.

Tomad esto como un aviso de lo que una adolescente llena de clichés puede llegar a escribir y evitad en todo lo posible poner los ojos en blanco. Os prometo que, aunque sea uno o dos entre tanto texto, habrá momentos que sean memorables.

Muchas gracias a Isu por la portada. Es demasiado bonita como para que esta cutre historia lo merezca, pero.. ¡gracias!

Vacaciones de veranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora