Capítulo único
Caminaba por las calles desiertas, era un día nublado, digno de un funeral y por supuesto de la lluvia que empezaba a caer. Las calles de Busan...mi humilde hogar, ahora se encontraban sin una sola alma rondando, a excepción mía claro estaba.
La sudadera gris que cubría mis cabellos y cuerpo se encontraba ya toda mojada, la ropa se me pegaba al cuerpo, haciendo notar lo fría que estaba el agua y cada que pasaba una ventisca lo único que sentía era como me calaba los huesos.
Afortunadamente solo faltaban unas cuantas calles más abajo para llegar a casa. La triste casa celeste con puerta marrón y rejas blancas, la pintura callendose de a poco y las rejas un poco oxidadas. Pero al final, mi casa.
Cuando logre abrir la puerta con la pequeña llave que siempre colgaba de uno de los tirantes de mi pantalón, quité de mi cuerpo todo rastro de ropa, quedándome solo con mi bóxer. Los zapatos en la entrada junto a las medias; el pantalón, camisa y sudadera todo junto y enmarañado los puse sobre la lavadora, pensado que en su momento las lavaría y, que cuando eso sucediera olería agrio.
Por ultimo vi la hora, eran las siete y treinta y ocho, aun había tiempo. Al buscar algo que ponerme decidí que vestiría algo sencillo, sin embargo esa idea cambio en cuanto divise aquel suéter gris tejido que mi madre me había regalado en mi cumpleaños número dieciséis, aún tenía su perfume y, aunque muy ligero entre el olor a sudor aún quedaban sutiles rastro de él. No dude ni un segundo.
Para cuando quise volver a ver la hora escuche el sonido del timbre retumbar entre las paredes y al final, por mis oídos, deje mi caminata hacia la cocina(donde se encontraba el reloj de tamaño medio puesto en la pared) solo para pasar a través del comedor-sala, atravesar el pasillo de metro y medio hacia la puerta y abrir la puerta. Me di cuenta que mientras abría la puerta mis manos no dejaban de sudar y se aferraban a las orillas del suéter, un reflejo que pocas veces solía tener y sabía a qué se debía, mas no pude seguir pensando en eso cuando tenía una mano en mi hombro y una sonrisa deslumbrando la entrada de mi hogar.
Cargaba una chaqueta negra junto a una camiseta naranja, unos blue jeans clásicos y una simples botas converse blancas, (las cuales, estaba más que seguro que serían de imitación, y cabía decir que muy buena imitación) la cuales combinaban con su perlada sonrisa singular. Taehyung aguardaba con un paraguas negro mientras a su alrededor se partía en cantaros de agua y relámpagos que iluminaban las calles. Me abrazó, tan fuerte como un buen amigo sabría hacerlo, sujetando mis hombros y ahogando pequeñas risas en mi cuello, mientas trataba de empujar mi cuerpo para abrirse camino a mi casa, puesto que su paraguas había caído al suelo y rodado a sus tobillos en suaves giros en el concreto mojado; tan mojado como la chaqueta del estúpido al quien se le ocurrió soltar el paraguas.
Lentamente sus brazos se aflojaron, liberaron a los míos y sus pies se apartaron, solo dos pasos atrás y su risa. Dios, su risa solo se intensifico más, casi pude jurar que estaba retando al sonido del timbre para ver quién de los dos hacía más eco. Entonces pude ver sus ojos más brillantes, más vivos, alegres...como si hubiese encontrado su pieza perdida del rompecabezas, sin darse cuenta que realmente no era la última pieza y que tendría que buscar más de tres piezas para terminarle, pero sus ojos mostraban que no le importaba, mientras avanzara, no importaba. Y creo que solo por eso, dijo lo que me hizo soltar la primera sonrisa en semanas tal vez en meses, no estaba seguro, pero creo, creo que fue por eso que le escuche atento y al final mostré mi verdadera sonrisa, a mi verdadero amigo.
—Feliz cumpleaños, Jiminnie. No sabes cuánto quería verte otra vez, más vale que me hayas estado esperado porque te juro que el boleto hasta acá no es nada barato, casi pienso en vender mi riñón derecho. Pero descuida, no lo hice, solo era mi segunda opción.
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Happy Last Birthday; YoonMin
FanfictionUn día fúnebre acaba de comenzar, el amor se extingue y solo tengo una cosa por decir; Jimin, feliz cumpleaños amor.