Dos genios, un pasado y un amor futuro. (Spencer Reid Fanfic)

Capítulo XXI

-¿Cómo vamos a impedirlo?-preguntó Morgan al equipo una vez que todos se enteraron de lo sucedido en el interrogatorio. Al no obtener respuesta de sus compañeros, la peor idea se avecinó en su mente.-Oh no, no me digan que vamos a dejar que se escapen esos malditos de ahí.-agregó.
-Claro que no.-contestó Hotch.- Solo que no sabemos quiénes, cómo y cuándo. Eso complica las cosas.
-Algo debemos hacer.-insistió Morgan.
Amanda se encontraba sentada con las piernas cruzadas y la mirada perdida en un punto de la oficina. En su mente, sabía que tenía las piezas de un todo pero en ese momento era incapaz de armarlo.
-Demonios.-maldijo en voz baja. Todos en la sala la miraron. Ella sorprendida, relajó sus facciones y forzó una sonrisa.-Lo siento.-se disculpó.- Es solo que no puedo evitar sentir que hay algo que no estoy viendo. Y es desesperante.
-¿Necesitas café?-preguntó García amable.
-Oh no.-dijo Spencer señalando a la rubia que vestía un lindo vestido floral azul y blanco.
-Oh si.-dijo Amanda con media sonrisa.
-Amanda...-reprochó Spencer pero sonrió antes de decir nada... sonrió porque ella sonreía y eso bastaba para hacer que el resto del mundo solo desapareciera.
-Wow... entonces... ¿qué fue eso?-preguntó García a su amiga mientras se acercaba a ella.
-¿Qué fue qué?-preguntó en voz baja saliendo de su conexión con Spencer y  haciéndose la desentendida a la vez que controlaba que el resto del equipo no estuviese prestando atención a su conversación.
-Esas sonrisas... parece como que...-comenzó a decir cuando de pronto su expresión fue de sorpresa pura ante una idea que afloró en su mente.- Ustedes dos, ¡lo han hecho!-exclamó en un susurro.
-Cállate.-dijo Amanda sonrojada levemente.- Dios, deberías ser perfiladora.-dijo con media sonrisa.
-No lo puedo creer. Tienes que contarme...
-No te contaré nada.-dijo Amanda algo seria, pero se veía la chispa de diversión en sus ojos y el esfuerzo que hacía para no sonreír.- Tráeme un café y ya.-dijo finalmente.
-Si, señora.-contestó García aún con una sonrisa en el rostro. Se dirigió a la puerta, y al pasar por al lado de Spencer, se detuvo a guiñarle un ojo. El muchacho solo frunció el ceño sin entender y luego miró a Amanda, quién sonreía y negaba con la cabeza a causa de la escena anterior.
Miró la pizarra una vez más, y se concentró en la conversación que tuvo con Aguirre mientras iba agregando a su mapa mental las pistas que tenían.
Escapar de prisión.
Ella tenía que pagar.
Su punto débil, no era ella...
Spencer.
-Oh, por Dios.-exclamó en un susurro solo audible para ella. Tomó su chaqueta de la silla y se dirigió a la puerta.
-Leighton...-llamó Hotch.
-Solo saldré a tomar aire.-dijo sin siquiera voltear ni esperar a protestas por parte de sus compañeros.

¿Qué tal si su objetivo era Spencer? Quería lastimarla, y había descubierto cómo. Pero no podía hacerlo solo... de ahí los Matzunkos. Seguro que la idea de escapar venía del jefe de esta red criminal. Aún así, había algo que no cerraba y era por qué ayudarían a Marcos, ¿qué ganaban los Matzunkos con esto? No creía que fuera solo una obra de caridad.
Sus pensamientos iban más rápidos que sus pies, cuyo rumbo estaba indefinido. Caminó dejando que el viento otoñal pegara en su rostro y la despejara. Buscaba opciones, sabía lo que tenía que hacer pero buscaba otra salida. Antes, no le abría importado exponerse, ir sin pensar, solo hacer las cosas... pero algo había cambiado, ya no quería ser una necia sabelotodo que apuesta a lo que cree mejor, no... quería ser mejor, y actuar de forma correcta, no dejar margen de error. ¿Por qué? Porque no se trataba de protegerse a ella misma, como había hecho durante toda su vida; ahora se trataba de proteger a alguien a quien en verdad quería. Y pondría todo su esfuerzo en ello.
De seguro era la idea más estúpida que se le pudo ocurrir, pero las probabilidades estaban a su favor.
Siguió caminando... y luego tomó el metro. No paró, hasta que la muralla de la penitenciaría de Washington estuvo frente a sus ojos.

-¿Dónde demonios está Amanda? Su café se enfría.-dijo Penélope mirando por la puerta, como si eso hiciera que su amiga apareciera mágicamente por allí.
-Tranquila, García. Es sólo un café.-dijo JJ intentando calmarla a la vez que leía una carpeta de archivos.
-Sí, lo sé.-dijo la rubia voluptuosa mostrándose cada vez más nerviosa.-Es solo que... no puedo no preocuparme.-No dijo más, pero no hizo falta, todos lo entendían. Habían sido meses difíciles. Y todavía se sentía en el ambiente el amargo sabor del secuestro y tortura de la más joven de la unidad, aunque ella estuviese bien. Claro que no ayudaba el hecho de tener nuevas amenazas.
-García, todo va a estar bien. Tienes que calmarte.-le dijo Hotch con una mano delante como si así pudiese bajar los nervios de la analista técnico. Penélope solo asintió y se dirigió a su lugar.
-No tenemos nada, Hotch. ¿Qué haremos?-exclamó Morgan con un fuerte tono de frustración.-No sabemos cómo se conecta todo esto, y no sabemos bien qué plan y cuándo se va a llevar a cabo.
-De alguna forma, es como que controlan todo el juego...-dijo JJ de forma pensativa.
-Oh, esto es más que un juego. Es mucho más serio.-aportó Rossi.
-Lo sé.-Acordó la rubia.-solo que siento que no tenemos poder aquí... no hay pistas y no tenemos un perfil o una idea de a dónde va todo esto.-Dijo agarrando las fotos de sus compañeros de la mesa.-Tal vez otra entrevista ayudaría...
-Ni hablar.-interrumpió Spencer quien quitaba los ojos de unos papeles por primera vez desde que la conversación había iniciado.-Amanda no puede volver ahí.-dijo mirando a sus compañeros seriamente.
-Spence...-dijo JJ en tono suave.-Amanda puede hacerlo.
-Sé que puede. Pero no le hace ningún bien.-dijo el joven castaño.
-No, Spence. En serio -dijo JJ mirándolo a los ojos.- puede hacerlo. Estuve ahí con ella, de verdad, es otra persona y no le afecta. No lo sugeriría si pensara que es demasiado para ella.
-Pero lo es, Jennifer. -dijo levando un poco su tono de voz.-No puede ir a ver al tipo que la torturó otra vez. Aún tiene que llevar las vendas, su espalda sangra, y tiene más cicatrices que las que son visibles... No puede, Hotch.-dijo en un último intento buscando apoyo en su jefe para que todos entraran en razón y entendieran las cosas como él las entendía.
-No creo que sea la mejor idea mandarla a Leighton allí de nuevo.-Dijo Hotch al mismo tiempo que Spencer relajaba los hombros.-Sin embargo, no puedo decir que descartemos la idea.

-Agente Especial Supervisora Amanda Leighton de la Unidad de Análisis Conductual.-se identificó al ingresar al penal de máxima seguridad mostrando su placa.
-Puede pasar.-le dijo un joven guardia alto y delgado, de uno veinte y pico con rasgos delicados. A decir verdad, era apuesto. Pero Amanda ya no tenía ojos para nadie más.- ¿A quién visita?-preguntó amablemente.
-Oh no, no vengo de visita.-dijo ella con media sonrisa en el rostro.-Vengo a observar.-agregó. El joven frunció el ceño sin entender.-Oh, son cosas que hacemos en la UAC. Todo el tiempo.-dijo haciendo una seña con la mano para restarle importancia. Deseó que el guardia fuese bastante nuevo como para ignorar que ella no estaba cumpliendo con el protocolo de la autorización o mención de visita a la cárcel.
-De acuerdo. Adelante.-dijo el joven tranquilamente.- Pero me veo obligado a acompañarla.-dijo con media sonrisa tímida.
-De acuerdo.-dijo ella emprendiendo la marcha.-Espero que estos niños estén de recreo.-dijo en tono burlón mientras avanzaba por el monótono pasillo de la prisión.

-Buen día agentes.-dijo Mateo Cruz al ingresar a la sala de conferencias donde el equipo aún estaba trabajando.
-Jefe Cruz, ¿a qué debemos su visita?-preguntó Hotch al mismo tiempo que cruzaba la sala par sacudir su mano con la de su jefe.
-Hotch.-respondió éste en forma de saludo mientras correspondía a su apretón de manos.-Me temo que no les traigo buenas noticias.
-¿Qué sucede?-preguntó JJ algo alarmada. Mientra tanto, todos en la sala dejaron lo que estaban haciendo para prestar atención a las malas noticias, porque si no eran buenas, tenían que ser malas...
-Sé que están trabajando sobre Aguirre y el posible trato o conexión que puede tener con los Matzunkos... créanme que para mí es igual de importante que para ustedes.-dijo en tono tranquilo.- Sé que se ha tornado un caso personal, y que no pararán hasta tener resultados...
-Pero...- dijo Morgan anticipándose a las palabras que venían luego.
-Pero, las carpetas se están acumulando.-dijo Cruz soltando un suspiro.-Aquí no avanzan, y los asesinos afuera no paran... de verdad necesito que atiendan otros casos, en paralelo a este.-agregó.- Y Hotch, tienes que encontrar un reemplazo para Blake.-recordó amablemente.-Deberían ir a sus casas a descansar y mañana empezar nuevamente.-Sugirió, aunque viniendo del jefe de sección, no era un sugerencia exactamente.-Cualquier cosa, estaré en mi oficina.-dijo en forma de despido, luego, salió de la sala.
-¿Cómo es que está al tanto de todo?-preguntó Penélope en un susurro. JJ se encogió de hombros.
-Es el jefe, tiene que saber todo lo que sucede aquí.-respondió Hotch en tono neutro.-Y tiene razón, vayan a sus casas. Mañana empezamos a las 8am.
-Oye, espera un segundo.-dijo Morgan.- ¿Vamos a dejar todo esto?-preguntó con el ceño fruncido.
-No, Morgan, no lo dejaremos.-respondió Hotch.- Pero Cruz tiene razón, los expedientes se acumulan. Los criminales no paran solo porque nosotros estemos trabajando en otro caso. Hay gente ahí afuera a la que debemos ayudar y salvar. ¿No lo crees? Además, trabajaremos este caso también. Todo el tiempo.
-De acuerdo.-respondió Derek, mirando a sus compañeros que asentían sabiendo que Cruz y Hotch tenían razón.
Entonces, sin mediar otra palabra, tomaron sus cosas y fueron saliendo uno por uno.

-Penélope.-llamó Spencer entrando en la guarida de su amiga.
-Dime, niño genio. ¿Qué te trae por mis zonas?-preguntó mientras acomodaba cosas en su bolso.
-¿Puedes rastrear el teléfono de Amanda? Hace tiempo que se fue...-dijo en un tono que mostraba una clara preocupación.
-Claro que sí.-dijo la rubia sentándose en su silla y comenzando a teclear rápidamente, mientras que su genio amigo se inclinaba para poder ver la pantalla.-Oh, oh.-dijo luego de unos instantes.-Esto no es bueno. ¿Qué hace ella ahí?
-Maldición.-exclamó Spencer entre dientes. Y sin dudarlo ni dar explicaciones, salió lo más rápido que pudo de allí.

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Antes que nada, lamento la demora, en serio que sí, y les agradezco muchísimo su paciencia, sus votos y su comentarios. (No se olviden de votar y comentar :D) Se vienen muchas cosas buenasss, les prometo. Espero que disfruten este capítulo! Y hasta la próxima xoxo