Se fueron a la cama agotadísimas.
Paso una noche un poco agobiante, porque posiblemente verían el rostro del hombre que marco sus vidas para siempre.
Se vistieron , desayunaron, bueno su rutina diaria de todos los días, a primera hora cuando abrió la comisaria fueron a un cuarto con un espejo tintado en el que se veía a través de él, se abrió una puerta de la habitación y entraron dos policías, acompañados por cuatro posibles autores de los hechos, las chicas miraron fijamente a cada individuo y reconocieron a los dos hombres que las pegaron y , la policía enseguida metió a esos granujas a una celda , y estarían allí hasta el juicio , al que tendrían que ir las chicas para declarar contra los acusados.
Por una parte se fueron aliviadas porque por fin pudieron poner el rostro a aquellos cuerpos siniestros que las pegaban, la policía les dijo que los dos acusados eran unos rusos muy peligrosos que captan a chicas jóvenes sobre nuestra edad y luego las dan paliza y las meten en el negocio de la extorsión.
Bueno ellas después de eso cogieron, el coche, y se dirigieron al centro comercial para comprar los muebles y así poder amueblar la casa.
Fueron a mogollón de tiendas, todo lo que compraron no las cabía en el coche así que cogieron la opción de entrega gratuita.
Volvieron a la ciudad y fueron a su piso, detrás de ellas vinieron unos hombres trayendo muebles sin parar.
Había muchos muebles a sí que como la reserva del hotel esa noche era la última ya, cogieron las cajas que eran las camas y las montaron, las salieron perfectas cada una en su habitación, bueno así hicieron con todo el piso, estaba amueblado por todas partes.
Terminaron un poco, bastante, pero valió la pena ver aquello tan precioso, bueno se fueron al hotel aunque las costó mucho, ya era tarde, fueron a la habitación y se pusieron a coger las maletas y meter todas sus cosas.
Sus maletas estaban llenas de todas sus cosas, terminaron tarde y se fueron a dormir. Se hizo de mañana, y cogieron todas sus maletas se dirigieron al mostrador del hotel, pagaron su estancia en el hotel, se despidieron y cogieron un taxi, ya cuando estaban en el taxi le pidió al taxista que las llevara a la puerta del sol, en la cual tenían su nuevo pisito.
El taxista las llevo allí, y ellas pagaron el viaje, entraron a su portal, subieron en el ascensor, por el mogollón de maletas que llevaban y entraron por fin en su nuevo hogar recién amueblado.
Llevaron sus maletas cada una a su habitación, las abrieron y metieron la ropa al armario, y las demás cosas en los lugares adecuados.
Lo que les faltaba era una tele y la tecnología.
Compraron una tele de cuarenta pulgadas, una lavadora secadora y un frigorífico fagor, de un color gris metálico, luego también compraron unos altavoces, para cuando quisieran escuchar música.
Ya con todo lo que compraron se fueron a su casa y los de la tienda instalaron el frigorífico y la lavadora secadora.
Se les olvido comprar un microondas, una tostadora y una batidora. Así que cogieron el portátil y lo compraron por internet. Al rato vinieron otra vez los empleados y lo dejaron en la cocina toda. Se les había olvidado comprar un ruter para tener internet en casa, pero de momento tenían el internet de los móviles. Irían mañana a contratar una red de ADSL.
Las encantaba como había quedado su nueva casa, con sus bañitos, sus habitaciones, su cocinita, su enorme salón y su gran recibidor.
Lo primero que hicieron hacerse fotos en su nueva casa y enviársela a todos sus amigos y sus familiares.
Querían disfrutar un poco así que cogieron sus llaves, sus teléfonos y fueron a donde su amiga Rocío, que tenía un nuevo empleo en el cual era masajista, pidieron cita con ella, al rato las cogió y dio a sus amigas un masaje esplendido, ellas querían estar con su amiga auryner, y la pidieron que se fueran con ellas a tomar un café o algo ella acepto, se marcho del trabajo y fueron a un bar muy bueno que estaba muy cerca.
Las tres se pidieron un café solo y se lo tomaron con unas pastitas que les regalo el cocinero. Mientras estuvieron tomándose el café con las pastitas mantuvieron una conversación.
Las tres chicas: Uuummm, ¡que buenas que están las pastas, y el café esta esplendido!
Cocinero: Anda chicas guapas disfrutad de vuestra merienda.
Las tres chicas: Gracias ya lo hacemos, jajá.
Luego hablaron de que tal le iba la vida a cada una, a cada una le iba genial, y sobre todo a Ainara, porque estaba triunfando con su novela, y hablando de su novela , recibió una llamada en el móvil de un numero que no la era familiar, respondió la llamada y era de una editorial, que había leído su novela y quería publicarla con su consentimiento, y a cambio ganaría dinero y haría firma de libros, ella estuvo pensando la oferta durante unos minutos y al final tomo una decisión, que si que aceptaba el trato, el señor de la editorial se alegro mucho y dijo que mañana mismo empezaría a hacer los libros, miles de libros y que saldrían al día siguiente.
