Butterfly-k.t.h One-shot

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❝ Temo que si suelto tu mano volarás lejos y te romperás❞

Butterfly—BTS

¿Te parece lindo esto? Sentirse igual a una basura y al ser vivo mas miserable que puede existir. ¿No?

Bueno, entonces por qué me haces esto. No lo comprendo y no comprenderé. ¿A caso hice algo malo? Hice algo tan atroz como para ganarme semejante castigo. Eso tampoco lo sé, y mucho menos lo comprendo.

¿Querías verme destruido y sufriendo?
Pues felicidades ¡lo lograste!
Arrasaste con todo, absolutamente todo.

Ahora lo unico que me queda es llorar y recriminarte por lo que me has hecho. Sólo me queda eso.

Tengo frío
Tengo sueño
Tengo miedo

La casa está sola gran parte del día, y si estoy yo hago tan poco ruido que apareciera que nadie vive ahí. Me levanto, como, salgo a trabajar, vuelvo, como algo y de vuelta a la cama, esa es mi rutina desde hace unas cuantas semanas.

De vez en cuando escucho un sonido en la sala y, cada vez que sucede eso suelto un "¿Uh, Hyeri?", pero no me responde nadie. Cada vez sucede mas seguido, cada vez pasan mas veces en las que creo escucharte entrar en la casa o incluso caminar por ella, y cada vez que sucede eso sigo diciendo  "¿Uh, Hyeri, eres tu?", a lo que obviamente no obtengo respuesta. Mis amigos me dicen que lo acepte, que te deje ir, pero no puedo, ¿cómo quieren que deje ir a lo único que me mantiene? ¿Cómo podría dejarte ir? Esa idea descabellada no se me ha pasado en cerio ni por un segundo, y jamás lo haré.

Suena el telefono.

Tu siempre contestabas porque decías que yo era muy frío a la hora de hablar por telefono. Ahora ya no estas para contestar, y yo no pienso hacerlo.

El telefono deja de sonar.

Una mínima esperanza se pasa por mi subconsciente y me ilusióna, con la posibilidad de que seas tú, de que hallas regresado.
Pregunto "¿Hyeri eres tu?". Nadie responde pero si se escuchan unos leves pasos, como los de un niño. Salgo de la habitación a toda prisa y me llevo por delante una pequeña mesa por el pasillo. La punta de esta mesa se incruata momentáneamente en mi muslo derecho, pero no le presto atención y sigo con mi camino hacia la sala en donde está el telefono.
Llego a la sala y no hay nada mas que los muebles de siempre, aunque el teléfono esta descolgado y en el piso.

—¡Maldicion! Hyeri ¿dónde estas? ¡Por qué no me dejas verte!—grito mientras agarro mi cabello y recorro mi cabeza con ambas manos— Si solo deseas burlarse de mi, ¿no crees que ya lo hiciste suficiente?—vuelvo a soltar mi irá acumulada a la nada misma, con la esperanza de que ella aparezca— El telefono, la puerta, las pisadas ¡Para! No vez que cada vez estoy mas desesperado, que cada vez estoy perdiendo la esperanza.

Me dejo caer en el sofa y froto el inicio de mi sien. Estas cosas me van a hacer enloquecer.

Estoy enojado
Estoy destruido
Estoy muerto en vida
Estoy sin ti

Escucho como la puerta de nuestra habitación es cerrada con mucha fuerza, automáticamente salgo precipitado hacia la habitación. Abro la puerta, esperanzado y con el corazón en la boca, para después empezar a maldecir a cada cosa que veo y a cada dios que conozco. La ventana esta abierta, y al parecer una fuerte ventisca de viento vino procando que la puerta se cerrarse de esa forma tan abrupta.
Cierro la ventana y me hecho en la cama. Solo quiero volver a estar como antes, a estar los dos en esa cama durmiendo juntos y tranquilos, volver a estar como antes, pero no podemos, no, porque tú no quieres, porque pareciera que te has encaprichado con que yo te espere.

Quiero volver a dormir juntos, también quiero que cuando yo intente levantarme me detengas y me digas que quieres dormir un poco más. Quiero que vuelvas a contestar el telefono, que vuelvas a reir con la alegría de siempre. Quiero que alguien me revuelva el cabello cuando estoy semi-dormido. Quiero despertar y encontrarte a mi lado durmiendo plácidamente. 
Pero, todas estas cosas quiero que las hagas tú, que vuelvas a hacerlas. Y ese justamente es el gran problema, tu eres el problema y la solución al mismo tiempo.

Quiero volver el tiempo
Quiero volver a dormir tranquilo
Quiero volver a sonreír juntos
Quiero que vuelvas.

Siento frío y sólo por eso me levanto de la cama. Ese frió que me hace levantarme proviene de la ventana, de la misma ventana que abriste. Fastidiado y con sueño agarro las puertas de la ventana e intento cerrarlas.

-Te la pasas diciendo que quieres verme pero cuando me presento ante ti ¿me cierras las puertas en la cara?.

Paro en seco. Mis ojos se cristalizan y trago saliva en seco.

No, no puede ser ella, ella....ella....

Abro la ventana con tanta fuerza que impacta con la pared.
En frente de la ventana está ella, esta como la última vez que la vi. Extiende una mano, como si quisiera que la tome. Pero no tengo la mas mínima intención de tomarla, o al menos no hasta que me aclare algunas cosas.

—¿Por qué desapareciste? ¡Sabes lo que he estado sufriendo por no saber en donde kintamas* estabas! Todos me creen un loco porque dicen que no  supero nuestra "ruptura", cuando en realidad, la unica ruptura que hay es la de mis sentimientos—suelto toda mi rabia acumulada en estas semanas—.Temo que te alejes para siempre cada vez que haces esto, ¿a caso no comprendes que estoy locamente enamorado de ti?

—Me alejé momentáneamente de ti por motovos válidos, esos motivos nos involucran a ambos y nos van a beneficiar. Ahora estoy devuelta, y con una propuesta—su mirada es tan segura como siempre, segura y desafiante— ¿Quieres ir a volar conmigo?

Esa pregunta me descoloca por un momento.

—Si te acompaño, ¿no te vas a ir volando por tu cuenta?

—Si me fuera volando por mi cuenta me rompería, más de lo que ya estoy. ¿Ves estas marcas? Son producto de mis intentos de volar por mi cuenta. No lo hice con intención de alejarme de ti para siempre, lo hice para preparar un lugar en el que ambos vamos a estar a gusto, pero no sé si tu quieras ir conmigo a ese lugar después de lo ocurrido. Por eso, te lo vuelvo a preguntar, ¿Quieres ir a volar conmigo?—vuelve a extender su brazo con la palma de la mano.

Esta vez no voy a dudar de mi respuesta, sé lo que quiero y lo que voy a hacer.

—Te acompaño, pero con la condición de que nunca me vuelvas a dejar.

Subo a la ventana estirando mi brazo para agarrar tu mano, esta mas lejos de lo que esperaba y tengo que saltar para agarrarla pero salto sin dudar hacia tus brazos.
No me importa la altura que hay entre la venta y el piso, tampoco la posibilidad de que solo seas producto de mi imaginación, mucho menos si podría alcanzarte con ese débil salto, sólo me importa poder estar cercano a ti aunque sea unos segundos.