Malec Una Historia de Amor

Primer Encuentro - Magnus

Magnus

Con un suspiro de resignación, Magnus llevó a Clary y los cazadores a su habitación.

-Justo lo que me faltaba, pensó sarcásticamente, cazadores y Clarissa Fray en su fiesta.- No logró hacer que se fueran, así que esperaba que se aburrieran pronto. Asumiendo que pudiera convencerlos de que no sabía nada. Hasta ahora había actuado como si no los conociera, lo que era verdad con respecto al mundano y al rubio. Al hermano y hermana de cabello negro los reconoció, eran Lightwood, y por supuesto reconoció a Clary. No podía creer que se la hubiese topado parada en los escalones de su puerta con Nefilims del Instituto. Hasta ahora, lo único bueno que había salido de esto era haber visto al maravilloso Lightwood de ojos azules.

Era cautivante, pensó en cuanto lo vio. Se deleitaba al observar esos ojos llenos de interés, placer y culpa. Lo había estado mirando fijamente. Lo había hecho a propósito y lo había logrado. El resultado era obvio. Este chico era gay y estaba intrigado por la atención que estaba recibiendo del brujo. Pero al darse cuenta de lo que estaba haciendo, se reprendió a sí mismo, él también disfrutando de la atención. ¿Qué le importa a él si un cazador de sombras, y aún más, un Lightwood era gay? Como si alguna vez fuera a hacer algún movimiento hacia uno de ellos. ¿Cierto?

-Bonito lugar- comentó Jace, apartando a un lado un grueso trozo de cortina-. Imagino que da dinero ser el Gran Brujo de Brooklyn.

-Da dinero- repuso Magnus-. Aunque no conlleva un gran paquete de prestaciones, de todos modos. No hay póliza dental.

Cerró la puerta tras él y se recostó en la cama. -Así que,- comenzó -, ¿qué hay en sus pequeñas mentes astutas?

-No son ellos en realidad- dijo Clary. Soy yo la que quiere hablar contigo.

Magnus no estaba sorprendido de escucharla, pero aún trataba de guardar las apariencias.

-Tú no eres uno de ellos-afirmó-.No eres de la Clave. Pero puedes ver el Mundo Invisible.

-Mi madre pertenecía a la Clave-contestó Clary, lo que sí sorprendió a Magnus. Así que lo había averiguado, ahora tenía sentido. Aquí estaba ella o ¿no? con un montón de cazadores. -Pero ella nunca me dijo nada. Lo mantuvo en secreto. No sé por qué.

-Pues pregúntale.

-No puedo. Ella ha...-Clary vaciló-. No está.

-¿Y tu padre?

-Murió antes de que yo naciera.

Magnus soltó el aire, irritado.

-Como dijo Oscar Wilde en una ocasión: <<Perder a un padre puede considerarse una desgracia. Perder a ambos parece una negligencia>>

Clary lo miró asombrada. -No perdí a mi madre-siguió-. Me la quitaron. Lo hizo Valentine.

-No conozco a ningún Valentine -repuso Magnus rápidamente. Se dio cuenta que iba a ser difícil salirse de ésta ahora que Clary había mencionado a Valentine.

-Lamento tus trágicas circunstancias, pero no logro entender qué tiene todo esto que ver conmigo. Si pudieras decirme...

-No puede decirte, porque no lo recuerda - interrumpió el rubio inesperadamente. A Magnus le desagrado todavía aún más de lo que ya lo hacía. Este muchacho exhalaba problemas. -Alguien borró sus recuerdos-. Y siguió escupiendo palabras. -Así que fuimos a la Ciudad Silenciosa para ver qué podían sacar los Hermanos de su cabeza. Obtuvieron dos palabras. Creo que puedes imaginar cuáles fueron.