Capitulo 4: Malas decisiones

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Mi hermanito no paraba de llorar, los zombies seguían acercándose cada vez más, mis papas se alejaban debido a los muertos, escuchaba gritos de mi madre destrozada por mi hermano y de mi padre tratando de decirme algo, me paralice por unos segundos y lo primero que hice al reaccionar fue cargar a mi hermanito en brazos, pase el puente y baje por el río, en ese momento no podía pensar en nada, todo me daba vueltas, no sabia que hacer, en ese momento estaba solo sin nadie a quien acudir y para el colmo dos muertos nos seguían.
Seguía corriendo y los muertos aún seguían detrás de nosotros, mi hermanito ardía de calentura tenía que hallar la forma de detenernos sin que esas cosas nos hicieran daño; lo recosté cerca de un arbusto que lo cubría perfectamente y lo deje ahí ,regrese para matar a uno de ellos pero eran más grandes que yo, lo primero que hice fue lanzarles piedras pero no se inmutaban así que tome la opción de lanzarlos por el río, me acerque a un extremo, tome una rama de un árbol
y los lance a ambas, el segundo cayendo con el peso del otro.
Regrese a donde se encontraba mi hermanito tome el arbusto que lo cubría y lo miré directo a los ojos; ya había cambiado, sus ojos estaban blancos con un rojo oscuro, su tono de piel tornaba un morado oscuro, de su boca salía sangre muy oscura.
Intentaba ponerse de pie y morderme, solo podía empujarlo, no podía matarlo, no a él.
Recordé la primera vez que lo sostuve en mis brazos y con lagrimas en mis ojos tome una roca, y golpee su pequeño cráneo haciéndolo caer...
No podía creer lo que había echó, me sentía una mierda en ese momento, porque me toco elegir entre su vida y la mía, no tenía ganas de seguir, pero tampoco podía permitirme ya no ver más a mí familia, así que me puse de pie y volví al puente, tenia que buscar hasta el mínimo rastro de mis padres pero al llegar ahí solo encontré la camioneta y más de esos muertos...
Decidí vagar por el río, aún tenia la opción de encontrar a Christopher, era mi única opción hasta ahora.
Pasaron las horas y cada vez oscurecía más, mi estomago gruñía pero no podía comer, el dolor de cabeza que tenía era fuerte, no podía soportarlo y caí del lado de un árbol, entre pestañeos vi a dos personas que se acercaban a mi, no podía visualizarlos bien, mi vista era cada vez más borrosa y caí desmayado.

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