💕Capítulo 24

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Mattias miraba a Amy sin saber cómo actuar en ese momento, trataba de mostrarse calmado y ser un apoyo para ella, y si aparentaba demasiada preocupación podría parecer un intruso en sus asuntos personales. Para ser sincero, la situación le estaba preocupando, Amy permanecía allí frente a él en aquella fría sala de espera, totalmente inmóvil y en silencio. Se atrevió a intervenir, diciendo:

─ Amy, qué quieres que hagamos?. Quiero decir: puedo solicitar una consulta con el médico de Gíneco-Obstetricia, espero que se encuentre alguno de mis amigos, hoy en el hospital. Podemos solicitar que te hagan un ultrasonido para conocer... cuántas semanas tienes?

Amy negó con la cabeza, aún no había podido sobreponerse al shock inicial. No quería una consulta con ningún médico y peor aún un ultrasonido. Respiraba agitadamente, mordía sus labios cerrados, tratando de ahogar sus deseos de llorar, su rostro se veía muy pálido casi del color de aquella hoja de papel que sostenía entre sus temblorosas manos.

─ Sólo llévame a casa por favor, dijo Amy.

─ De acuerdo, vámonos dijo Mattias, mirando aquellos ojos verdes de Amy con una tristeza conmovedora.

Ya en el auto de Mattias, Amy continuaba en silencio, mirando hacia la ventana del lado del pasajero. Tratando de pensar con claridad, había llegado a calcular que el próximo sábado se cumplirían siete semanas desde aquel día en que Sheldon y ella estuvieron juntos por primera vez.

Las escenas de aquel encuentro pasaban rápidamente por su mente. Había sido tan feliz en aquella ocasión y ahora parecía que todo estaba arruinado. Esto no puede estar pasándome, se repetía a sí misma. ¿Cuáles son las posibilidades de que esto suceda?. ─ Ayyy, sabía que si alguna vez llegaba a estar así con Sheldon, mi cuerpo se aferraría a él para no dejarlo ir jamás, pero esto es demasiado, pensaba.

─ Estás bien Amy, pronunció Mattias interrumpiendo las reflexiones de Amy. Sabes que puedes contar conmigo para lo que sea, como médico y como amigo.

─ Sí, estoy bien. Todavía estoy un poco conmocionada por la noticia. No es nada fácil. Sabes?. Jamás pensé encontrarme en una situación así, dijo Amy decidida a contener esas escurridizas lágrimas que se acumulaban en sus ojos.

─ Pero Amy, no estás sola. Tú tienes a tu novio y seguramente se pondrá muy contento cuando sepa la noticia, mencionó Mattias.

─ Sí... Sheldon, susurró Amy. ─ ¿Cómo iría a tomarlo él?, pensó.

Al escuchar esas palabras Mattias supo que había tocado una fibra sensible en Amy al mencionar a su novio. No le gustaba verla con esa expresión de desolación.

Mattias continuó conduciendo por aproximadamente unos 20 minutos más, hasta que reparó en que Amy apenas si había comido unos cuantos bocados durante el almuerzo y ya eran cerca de las 9 de la noche.

─ Amy, sé que te sientes un poco indispuesta pero creo que deberías intentar comer un poco. No has comido casi nada y no es bueno para ti ni para el... bebé. ¿Qué te gustaría cenar?, preguntó Mattias mencionando por primera vez al bebé que esperaba Amy como alguien real, tangible.

Amy meditó por unos segundos en aquellas palabras: "el bebé", era como si de pronto se materializara la presencia de aquel ser que nunca había visto y del que hace pocas horas desconocía su existencia.

Amy sonrío tímidamente y pensó en qué cenaría Sheldon esa noche, la respuesta era comida china, como todos los lunes por la noche: arroz integral, no arroz blanco, con pollo y brócoli en cubos, no desmenuzado, con mostaza picante y esa salsa de soya baja en sodio.

💞La Suma de las Posibilidades💞Shamy💞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora