I miss you {NarakuxKikyo}

En un abrir y cerrar de ojos

—¡Qué bueno! —se escucho la voz emocionada de Kikyo al otro lado de la linea—. ¿Cuando llegan? —pregunto volviendo a la tranquilidad.

—En un par de semanas —respondió Rin con tranquilidad, aún tenía algunos pendientes antes de ir a México para ver a los padres de Sesshomaru.

—¿Se quedaran en el departamento de Sesshomaru?

—Sí, no duraremos mucho.

—¿No? —pregunto confundida. 

—No, estaremos un par de semanas y de ahí iremos a Japón donde duraremos otro par de semanas... —una sonrisa se formo en sus labios.

—¿Después qué? —Kikyo parecía ansiosa, Rin se había quedado en silencio por varios minutos.

—Nos iremos a viajar por varias ciudades —respondió con una sonrisa al sentir que un par de brazos la rodeaban. Miro de reojo y se encontró con Sesshomaru quien acababa de llegar. 

—Oh... que bueno. Muero por conocer en persona a tus hijos —los conocía por vídeo llamada. 

—Yo quiero verte —susurró Rin—. Por favor no le cuentes nada a los padres de Sesshomaru.

—¿Es sorpresa?

—Sí —respondió en un jadeo, pues Sesshomaru había besado su cuello.

—Creo que ya llego Sesshomaru —el silencio de Rin lo dijo todo—. Hablamos después —colgó. 

Rin dejo el móvil en el mueble y volteo a ver al peliplata. Antes de decir cualquier palabra unieron sus labios en un tierno beso. Sesshomaru la sujeto con firmeza de la cintura y ella lo abrazaba por el cuello. 

—¿Todo bien? —pregunto él al separarse unos cuantos milímetros de los labios de Rin. 

—Sí, hablaba con Kikyo —aviso y le dio un corto beso.

—¿Los niños? 

—Dormidos —susurró ella con una sonrisa y él sonrió con malicia—. ¿Qué estas pensando, Sesshomaru Taisho? —pregunto con seriedad.

Él no respondió, simplemente la tomó en brazos y la llevo a la cama, donde se entregaron una vez más. Debían aprovechar cuando los niños dormían y más por la tarde ya que en las noches, los pequeños solían ir a dormir con ellos. 

Después de un rato de estar con la piel cubierta en sudor, ella lo abrazo con fuerza. Él acaricio el cabello de Rin con suavidad.

—Sesshomaru... —lo llamo.

—¿Hump? —hablo con algo de pereza, tenía los ojos cerrados.

—Cuando el viaje termine —que seria en un año—. ¿Dónde viviremos?

—¿Dónde te gustaría? 

—Mmm —se quedo pensando—. Me gusta aquí —susurró apenada. 

—Entonces volveremos aquí —dijo con tranquilidad y ella alzo la mirada para verlo.

—¿Y tu trabajo? 

—Lo haré desde aquí —respondió con simpleza, abriendo los ojos para verla fijamente. Vivieran donde vivieran buscaría la manera de tener el suficiente tiempo libre para sus hijos y para Rin.

—¿En serio? —no pensó que él fuera a dejar de trabajar en la oficina. 

—Sí —respondió firme y ella le regalo una gran sonrisa.

Sus labios se unieron en otro beso tranquilo, se levantaron para vestirse y volvieron a recostarse para seguir con los besos. Les hubiera estar desnudos por un rato más, pero no querían arriesgarse a que los niños entraran en cualquier momento ya que no le ponían seguro a la puerta.