All i want

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Todo lo que quiero, es nada más que oírte tocar a mi puerta.

Me bastaría con escuchar los mismos dos golpes acompañados de un silbido, escuchar las pisadas en el pasillo enfrente de nuestro departamento ahora solitario, y mis pies arrastrarse hasta la puerta azul rey, aquella recuerdo tu escogiste al decir que merecíamos algo diferente porque nosotros éramos la pareja más especial del mundo, para finalmente abrir mi puerta con las manos temblando y las lágrimas cayendo descomunales desde mis ojos hasta la punta de tus pies descalzos, tu ahí con una sonrisa de mil quilates y un pequeño diente torcido

Porque si pudiera ver tu rostro una vez más, podría morir como hombre feliz.

Trataría de tocarte con temor a que te desvanecieras, y así como en los millares de mis sueños, rozar las puntas de mis dedos con tus inalcanzables pómulos bañados de un suave carmín.
Y juraría que después de eso, caería desplomado junto al sofá color menta de la sala, cerraría mis ojos y moriría, me llevaría a un sueño eterno donde tu risa y mi sonrisa permanecieran juntas, sin la culpabilidad car-comiéndome por dentro ni la necesidad de tus cálidos abrazos.
Pero no, no he logrado volver a verte.

Cuando dijiste tu último adiós, morí un poquito por dentro.

Trate de tomar tu mano lo antes posible, lo intente, realmente lo hice. Corrí como nunca para alcanzarte y tomar tu mano, pero cuando llegue, tu simplemente murmuraste una despedida y en un dos por tres saliste de mi vida, te esfumaste y alejaste sin explicación, sin siquiera una mínima expresión de dolor. Mi corazón se quebró y mi alma escapo.

Yazco entre lágrimas toda la noche en cama solo, sin ti a mi lado.

Ruedo por la cama matrimonial y lanzo patadas al aire.
Siento mi garganta ser desgarrada, ya no puedo gritar más.
No se cómo termine en el piso de madera de la habitación, pero me arrastro hacia el baño y me recargo en el retrete, logro ver mi reflejo en el agua, aquel que poco a poco se convierte en tu rostro. Sin darme cuenta comienzo a expulsar todo mi estómago, deseando sacarte de mí, de arrancarte y no pensarte. Porque simplemente no puedo sin ti, sin todo lo que me hacías sentir, sin tus estúpidas sonrisas, sin tus estúpidos labios de mierda que tanto me enamoraron. Porque no puedo y ya no quiero estar así, juraste amarme, quererme y cuidarme.

Pero si me querías, ¿Por qué me dejaste?

Tú lo sabias, sabias que no podría sin ti.
Fuiste y sigues siendo mi todo.
Sabías que tú eras el fuerte, sabias que moriría sin ti.
Dijiste que me amabas, que seguirías conmigo hasta el final, que me serias fiel y que sería lo único importante en tu vida, que te sentías tan enamorado de mi como yo lo estoy de ti.
Y ahora estoy simplemente aquí, llenando mi mente de mierdas y mi corazón de mentiras. Mi corazón sigue creyendo que volverás como siempre lo hacías cada vez que peleábamos, pero mi cerebro sabe que esta vez no será así, trata de culparte, pero sabe que fui yo.

Llévate mi cuerpo

Llévatelo todo completo, llévatelo junto a mi sufrimiento, no lo necesito.
No lo necesito si tú no estás.
Me hago daño con el propósito de que me lleves, de que me escuches y de que vuelvas por mí.

Llévate mi cuerpo.

La sangre corre por mis nudillos y me encuentro dentro de la tina de baño, el agua que corre dentro de ella esta tan helada y el aroma a tu acondicionador vuelve el ambiente aún más tortuoso. Mi cabeza recargada en el ventanal, al igual que como tú lo hacías.
Solías tomar un baño de tina, acompañado de la música clásica de tus danzas y tu nuca recargada en el ventanal mientras mantenías tus parpados abajo, movías tus piernas y tarareabas al ritmo de la música, todo mientras yo te veía desde el umbral de la puerta.
En momentos como estos en los que recuerdo, las lágrimas solo atinan a caer sobre mis piernas desnudas y mis brazos adoloridos, terminando hecho un ovillo dentro del cuarto de baño, casi escuchando a los mosaicos susurrar que sienten una gran lastima de mí.
Solo te pido que me lleves contigo, que te lleves la estúpida basura que soy.
Te fuiste por mi culpa, por mi puta culpa.
Han pasado 239 días y 23 horas, casi 240 días y todo es igual al primero.
Cada día me pregunto porque no pudiste llevarte mi cuerpo, alma y emociones contigo, porque ya ni siquiera logro sentirlo, solo vivo por vivir, sin razón presente.

All I Want 🎀YOONMIN🎀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora