Querida Liz
Hola nena, te escribo nuevamente, sé que ha pasado una semana desde la primera y última vez que te escribí, pero es que no tenía nada nuevo que decirte, al fin y al cabo estás en todos lados….Hace dos días pasé mucha vergüenza cuando estaba en el supermercado y me fui detrás de una chica que se parecía a ti, al menos de espalda, entonces cuando la tomé de las manos me di cuenta que no eras tú y lloré como un niño perdido, el esposo de la chica solo me abrazó soy tan perdedor que hasta los hombres me tienen lástima, tú hermana vino a sacarme de la administración del lugar, la gente me mira y creo que quieren llorar conmigo, no sé si no me tienen lástima o solo les da pena reírse de mí
Ana, me dijo que ya no podía vivir más aquí, que se iría para el extranjero, somos personas famosas, muy reconocidas, en especial Ana, tu hermana menor tuvo que enterrarte el lunes, a Brian el martes y a Laura el miércoles, mientras yo me quedaba congelado mirando cómo le echaban tierra a mi vida, ella siempre ríe, pero sus inmensas ojeras y la forma en como le cuelga la ropa no le dejan mentir, tú la educaste, le enseñaste te hiciste cargo de ella, eras su madre, y ella ya no tiene nada aquí… así que se irá, cuando empacó sus maletas me dijo, lo que yo ya sabía…”Adiós asesino” y luego se marchó con esa hermosa sonrisa que la caracteriza
Lo sabías ¿Verdad? Ella también lo sabía y no me lo dijeron, par de ingratas egoístas, deseo con todo mi corazón no haberte conocido, ojalá no me hubiera casado contigo… así quizás… estarías viva o al menos no me dolería tu muerte, si existe un mundo alternativo, espero que nunca nos encontremos, que nuestros hijos nunca nazcan, que yo muera de la manera más trágica existente y que tu vivas para siempre, feliz, hermosa, con una familia que sea tan grande que no tuvieras tiempo de cantar… en serio nena, cantas horrible porque es lo que más extraño y es lo único que quiero para mi…. Moriré escuchándote cantar una canción pop de esas que tanto te gustan… gustaban, han pasado dos meses y aún no me acostumbro
Pronto moriré
Con Amor
Jorge
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Cartas a una tumba
Short StoryLiz tuvo una infancia muy difícil, su adolescencia fue un poco más estable, aunque culminó más pronto de lo normal cuando conoció a Jorge con quien se casó a los 18, su primer hijo llegó un año después y para mejorar el cuadro familiar la pequeña h...