Capitulo 1.
Gabriela.
Diez años más tarde.
La música sonaba a todo volumen desde la casetera que mis padres me trajeron de uno de sus múltiples viajes al extranjero.
Utilizaba una mano para maquillar mis labios y la otra jugaba con los mechones de mi cabello castaño.
Estaba moviéndome bajo el ritmo de Joan Jett, peinando mi flequillo y decidiendo cuales pantaloncillos cortos llevaría a la fiesta.
Necesito delinear a la perfección mis ojos azules para realzarlos. A este punto, tan solo diez minutos antes que Trebor (mi ardiente novio) viniera a recogerme para llevarme a celebrar nuestro grandioso aniversario de ocho meses y tener nuestro primer baile bajo los reflectores.
Me encuentro teniendo un paro cardiaco al no hallar mi blusa de estampado de gatos que combina perfectamente con mis pantaloncillos de cuero negro y los Ked's rojos que pienso ponerme.
Abro mi armario y arrojo cada trapo sobre mi cama, armo un desorden antes de encontrar la prenda y colocarme encima.
Tardo unos cinco minutos para colocar las partes de mi cuerpo donde deben ir en la ropa, evito que nada quede colgando y que la gravedad no haga de las suyas; sumando los tres minutos que me llevo buscar mi blusa, tan solo me quedan dos minutos para cepillar mis molares.
Corro hacia el baño.
Al entrar veo cara a cara el magistral desastre de perfumes, desodorantes, cremas para afeitar, rasuradoras y algunos objetos masculinos que hizo Charlie por la mañana.
Me asquea tener que meter mi mano entre la mucre pero debo hacerlo para quedar completamente lista para la fiesta.
Al mal paso, darle prisa. Introduzco mis mano entre el basurero y logro palpar el cepillo de dientes y el tubo de crema dental.
Me apresuro con la cepillada de dientes. Todo se agita como una mala clase de aeróbicos.
Aprovecho a ejercitar mi lengua para la acción que puede tener esta noche.
El sonido chirriante del timbre llega a mis oídos justo cuando iba a desechar la mezcla de espuma dental y saliva de mi boca.
¡Trebor no puede encontrarme así! Calmate, Gabriela, calmate y tira la porquería al fregadero.
Enloquezco. Asomo mi cabeza por un costado de las escaleras y visualizo la fornida figura de Charlie en camiseta blanca yendo a abrir la puerta y besando a su novia.
Vuelvo a respirar con normalidad.
— ¡Gabriela voy a salir! —Grita desde abajo. Yo estaba devuelta al baño.
— ¡Yo también! — Respondo igualando la intensidad.
— ¡Vuelve a las diez! — No. El no me va a decir a que hora regresar. Además el nunca regresa temprano, hay días que ni regresa a dormir. Entonces no, que se vaya por un carajo.
— Lo intentare, tu también regresa a la diez. ¡Es una orden! - No responde. Mi hermano me ignoro como acostumbra y solo se escucho el sonido del automóvil arrancando.
Me quedo otro rato frente al espejo del baño, acomodando todo en su lugar.
Otro orificio para zarcillos no estaría mal, pienso.
Regreso un poco mas tranquila a mi habitación y veo el reloj de gato colgado por la pared. Marcan las 8:05. Cinco minutos tarde.
No pasa nada, debió haber tenido algún retraso.
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THE CONSTELLATION IN YOUR BODY (Counting the stars #1)
Roman pour AdolescentsGabriela y Tristán son mejores amigos desde pequeños, entre ellos surgió una química irrepetible. Solo hay un problema, el asombroso y abusivo novio de Gaby que trata de mantenerla presa de sus encantos. Gabriela tendrá que caer al infierno, justo a...