prólogo

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N/A: antes de comenzar, hola a los lectores nuevos y antiguos. gracias por entrar este libro.

ahora, dirigiéndome específicamente a los lectores antiguos, vuelvan a leer la historia. he cambiado algunas cosas y he agregado otras entonces, para asegurar una mejor lectura y entendimiento, será mejor que vuelvan a leer los capítulos editados. (solo si quieren btw)

ahora pueden leer...












ahora pueden leer

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La luz de la luna brillaba más de lo normal esa noche, se colaba por la ventana de la habitación e iluminaba a la pequeña que dormía allí. Aquel resplandor innatural comenzaba a volverse un poco molestoso y volver a dormir ya no era una opción.

La rubia no tuvo más remedio que levantarse a cerrar la cortina puesto que con esa luz no podría seguir durmiendo. Sus pasos eran suaves y delicados tratando de no hacer ruido para no despertar al gato de su hermano, quien dormía plácidamente a los pies de su cama. La pequeña se preguntaba cómo era posible que aquel animal no se inmutara de nada de lo que pasaba a su alrededor.

Cuando se asomó a la ventana la luz de la luna pegaba aún más fuerte de lo que ella esperaba y tuvo que cerrar los ojos por unos segundos. Nunca había visto la luna brillar de esa manera y estaba bastante impresionada...hipnotizada. Aquella fuente de luz la llamaba con un cántico peculiar que nunca había escuchado antes. Alegría y satisfacción pensaba su cuerpo, hasta que se convirtieron en temor. Salió de su pequeña ensoñación y lo vió, aquella figura extraña de pie a las afueras de su casa. Parecía inofensiva, hasta que de su cuerpo comenzó a desprender una sombra negra.

Salió de su habitación lo más rápido que pudo, tropezándose con un par de juguetes. Dos puertas a la derecha estaban sus padres, dormidos debajo de las sábanas.

—¡Mamá, Papá!

—¿Qué? ¿Qué sucede?

—Ven mami.

Adhara arrastró a su madre fuera de la cama antes de que Astoria pudiese protestar. Con la manga del camisón traslúcido apretada en su mano, Adhara dirigió a su madre hasta su propia habitación.

—Mira—le dijo Adhara, escondiéndose detrás de sus piernas.

Astoria, aún adormecida, miró un momento hacia el jardín, donde no encontró nada extraño durante los primeros segundos pero luego no pudo ocultar su sorpresa cuando vió mucho más que solo una luna espléndida en lo alto del cielo. La sombra que estaba a las afueras de su casa se iba a acercando cada vez más.

Tomó a su hija en brazos y corrió hacia su habitación y así despertar a Draco.

—Mujer estoy durmiendo.

—Levántate ahora mismo. Hay alguien afuera de la casa.

Con esas palabras logró que el rubio se despojara de las sábanas y corriera atrás de su esposa hacia la habitación de su hija. Sacó su varita y colocó a las dos mujeres detrás de él.

—Scorpius—dijo ella, recordando a su otro hijo que debía estar dormido en la habitación del lado.

—Ve a verlo. Yo me quedo con Adhara.

La sombra había desaparecido y una nota de encontraba en la mesa de luz de Adhara.

"Pagarás por tu maldita familia Adhara."

Esa no sería la última vez que fueran atormentados por la presencia de aquel ser.

Adhara Malfoy GreengrassDonde viven las historias. Descúbrelo ahora