¡Mis calzoncillos!

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Autor: Yo.

Tipo de Fic: Drabble.

Nombre: Richard Tozier y Eddie Kaspbrak: Nos Llaman Raritos.

Capítulo dos: ¡Mis calzoncillos!

—No veo nada.

—Dámelos ya, tío, que me he quedado ciego. —Le quitó sus lentes y se los volvió a poner.

—Ésa la peor imitación que has hecho, ¿sabes?

—Ya.

Ambos se rieron. Se hallaban sentados sobre una amplia y baja roca, cerca del arroyo.

—¿Cómo puedes ver con esas cosas? —preguntó Eddie, refiriéndose a las gafas de su amigo, pero Richie no respondió, sólo se volvió hacia él y le apretujó la mejilla.

—¡Ay, qué niño bonito! —exclamó, con sus ojos cerrados.

—¡Basta!... Me llenas de fango.

—¿Ah, sí? —Richie se miró las palmas de sus manos, que estaban tan sucias como las suelas de sus zapatos. Pronto recogió un puñado de fango y lo arrojó a la camisa de Eddie.

—¡Hugh! ¡Aj! —se quejó.

Richie se desternilló de la risa. Sin embargo, quedó realmente sorprendido cuando Eddie hizo lo mismo con él.

—¡Qué rayos, Eds!

Ambos se volvieron a reír. Después Eddie se levantó a lavarse las manos en el arroyo, pensando en gérmenes, tan pequeños y con forma de lombrices. Por un momento, le llegó la vaga idea de si los gérmenes pudiesen tener gérmenes aun más pequeños, pero ese pensamiento fue borrado cuando Richie lo empujó al arroyo. Eddie cayó de culo mientras Richie se reía de él. Sin embargo, dejó de burlarse cuando miró la expresión de su amigo.

—Ya, ya. Ven aquí, baby —le consoló Richie, ayudándolo a levantarse.

—¡Mi mamá va a matarme! —Pensó en su camisa sucia y en sus pantalones y calzoncillos empapados—. ¡Creerá que me oriné encima! —Se miró desde la cintura hacia abajo.

—Eso... sería realmente gracioso. ¿Puedo completarte la parte de arriba, Eds?

—¡No!

Ambos se rieron por tercera vez.

—Qué bueno que te quité esa cara de burro apachurrado —dijo Richie, sonriendo. Había hecho reír a su amigo y ya no estaba triste; eso fue bueno.

Eddie lo abrazó, realmente feliz, y recargó su cabeza junto al cuello de su amigo, pensando en cada chiste u ocurrencia que hacia éste.

—¡Eres grande, Richie! —soltó Eddie, recargándose más.

—Azí, ez, tezoro —le respondió con su lengua hecha nudo, pensando en que se hallaba ruborizado; eso fue extraño. Y apenas iba a comentar algo respecto a ese abrazo, cuando ambos perdieron el equilibrio y cayeron al agua como fichas de dominó, dando la impresión de estar ebrios.

Ambos niños perdieron la cuenta de sus risas.

#GraciasPorLeer ATTE: SYNKRO DESOLATE HIATUS

NOS LLAMAN RARITOS (richard tozier x eddie kaspbrak)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora