VICTORIA (¿Y si te quedas qué? 1)

capitulo 11

-Christian, disculparme pero quiero ir a mi cuarto, no tengo ánimos de hablar con nadie -dijo victoria separándose un poco de él-

-A caso dije algo mal?, te sucede algo victoria?

-Te parece poco el disgusto que he acabado de tener?, necesito estar sola para calmarme, tengo asco, tengo repulsión. Como un idiota como él se atreve a pedirme matrimonio?. hace un rato estaba feliz, ahora .... es que lo odio

-Ya cálmate victoria, todo pasó, ese hombre no volverá a acercarse a ti nunca más.

-Lo sé, pero eso no me va a calmar, necesito estar sola, si me disculpas... -dijo ella subiendo las escalas-

La tarde pasó y victoria no salió de su habitación, el almuerzo y la hermosa noticia que rosaline quería compartir con todos, ella se la había perdido. Le había causado una ira enorme ver como thomas se atrevía a pedir su mano, le generaba un asco gigante, pero le había causado más rabia, y no solo eso, le había dolido en su alma ver la actitud  de christian. Estuvo bien que se encargara de calmar la furia de los hombres con una amenaza mayor que la de ellos, pero ella no vio, no escuchó en ningún momento que  christian la defendiera. A pesar de la valentía que  mostró tras enfrentarse a los poderosos hombres,victoria se había sentido sola, sabía muy bien que rosaline no haría nada para meterse en el asunto, pues odiaba estar envuelta en problemas, pero no era eso lo que esperaba de christian, no después de todo lo que habían vivido, no después de todo lo que se habían dicho, simplemente era algo que no lograba concebir.

-No entiendo por qué no hizo nada más -dijo victoria en su cama mientras limpiaba sus lagrimas- Pensé que de verdad le importaba, pero me equivoqué.

Christian entonces tocó la puerta de la habitación de victoria pensando que ella abriría, o respondería al llamado, pero victoria simplemente fingió no haberle escuchado. La noche cayó y con ella una gran tempestad... era la primer noche en varios meses que victoria no dormiría con christian, aún seguía dolida por lo que había pasado, había tratado de dormir pero los ruidos caídos del cielo poco dejaban que eso sucediera. Buscando un poco de tranquilidad, la joven tomó una de las velas que las doncellas habían dejado junto a su cama, la encendió y se dirigió a la cocina, esperaba que un vaso de leche tibia la ayudara a conciliar el sueño, pero no fue así.

llegando a la cocina se topó con christian. Era de madrugada y como hace un par de meses atrás, el hombre había retomado esa noche sus visitas al despacho. como  victoria, él pensaba que la leche tibia le daba mayor tranquilidad, decidió entonces ir a prepara un poco y fue allí donde se cruzaron.

-Dios mio!! -dijo victoria exaltada- que susto me diste

-No quise hacerlo, perdóname. Que haces aquí? deberías estar durmiendo.

-Hago lo mismo que tu, no veo que tu estés en tu cuarto, y deberías también estar durmiendo- dijo ella en un tono muy frío-

-No puedo dormir, me hace falta algo.. me hace falta alguien -dijo tomándole las manos a victoria-  mi cama te extraña, yo te extraño mi amor

ambos se miraron a la luz de las velas, luego de un pequeño, pero cómodo silencio victoria habló.

-Debes acostumbrarte a estar sin mi, no me voy a quedar aquí para siempre, tu y yo no estaremos juntos para siempre, yo me casaré con alguien y no podré estar en tu cama. tu estas próximo a partir en un largo viaje, debes acostumbrarte a mi ausencia -dijo ella mientras servia su vaso de leche-

Estas palabras partieron en mil pedazos el corazón de christian. Nunca esperó escuchar eso de boca de su amada.

-Por qué dices eso victoria? a caso vas a aceptar casarte con thomas?