5- Nunca mires atrás

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La habitación se quedó en silencio por completo, los gemelos tenían los ojos completamente abiertos, Prompto se tapó la boca con ambas manos y Gladio se limitó a agachar la cabeza.

-¿Que...?- Mylvia apenas pudo articular una palabra

-No es cierto... ¡Es mentira!, ¡¡Yo y Mylvia aun estamos vivos¡¡- Noctis estaba alterado, agitaba sus manos en el aire mientras gritaba

-Por eso no bay que hacer suposiciones, puede que tu padre aun esté vivo- Ignis habló seriamente

-Deberiamos volver...para echar un vistazo- Prompto se acercó a donde Mylvia se dejó caer para sentarse

La chica tenia ambas manos en el pecho, su miraba estaba perdida en mil pensamientos de todo lo que pudo decirle a su padre antes de partir

Noctis se calmó y miró al grupo

-Si... tenemos que volver-

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Los cinco chicos iban dentro del Regalia, la lluvia había echo que Ignis colocara el techo del mismo.

Había un silencio doloroso, de algun modo todo parecia una mentira

Una muy vil...

La noche previa a la firma del tratado de paz... ¿Como pudo caer Insomnia en una sola noche?

Noctis y Mylvia miraban por la ventana, la chica iba recargada en el hombro de su hermano, quien la abrazaba por la cintura.

Gladio por su parte leía un libro para distraerse y Prompto miraba por el retrovisor a los principes, perdidos en su melancolía

-Chicos...- Prompto comenzó a hablar - Se que todo esto es demasiado confuso, pero todo está bien, todos estamos juntos-

Los otros cuatro se asombraron por las palabras del rubio, era de las pocas veces que se le veía tan serio.

-Gracias, Prom...- Mylvia tomó la mano del rubio que estaba apoyada en el asiento de conductor, su mirada reflejaba agradecimiento, pero Prompto suspiró un poco al ver también dolor.

-He-hey, Noct, minimo asiente o algo jaja- dijo el rubio sonrojandose por el tacto de la mano de la princesa

Noctis se limitó a mirarlo y sonreir un poco, cosa que era rara en él.

Llegaron a la entrada, había un bloqueo imperial por lo que Ignis estacionó el coche a un lado y tomaron un camino por el lado izquierdo.

Hubiera sido menos agotador de no ser porque los soldados inperiales ya se hayaban vigilando la zona.

Mylvia y Noctis eran un increible dúo con las espadas, Gladio con su mandoble mandaba a volar a todo soldado que viera, Ignis era estrategico y mortal con sus dagas y Prompto sabía dar tiros certeros a los enemigos.

Llegaron por fin al balcón de Insomnia, en aquella orilla de precipicio se podía ver el puente y la capital sobre el mar.

Había humo saliendo de diferentes partes, naves sobrevolando por encima y ninguna señal de que alguien siguiera ahí

Prompto encendió la radio de su teléfono para escuchar que se decía de lo acontecido.

Lo que temían...ya había pasado

Noctis sintió una intensa impotencia, a Prompto se le resbaló su celular provocando que la radio se apagara.

-¡Levantalo!- Noctis se guró bruscamente

-Noct, ya no importa- Gladio habló desde atrás mientras Ignis levantaba en telefono del pecoso

-Llama a Cor, rápido- Mylvia miró desafiante a Noctis, había comenzado a temblarle la voz y las manos.

El pelinegro no lo pensó dos veces para tomar su teléfono, caminaba de un lado a otro desesperado, en unos segundos se escuchó la voz del general.

-Principe, que alivio oir su voz- Cor habló por la linea

-¡Cor, no entiendo nada de lo que pasa! ¡La ciudad es tomada y se anuncia la muerte de mi padre! ¡Y mi hermana y yo ni siquera estamos muertos!- Noctis gritaba mientras caminaba, se sentía impotente

-Noct, lo de tu padre... es cierto-

El pelinegro abrió mucho los ojos, al igual que su gemela, quien escuchaba tras él, se quedaron en shock

-No, no puede...- Noctis interrumpió a la chica

-Entonces, Cor...-

-Vengan, tenemos algo que hacer- después de las palabras del general se cortó la llamada.

Noctis apretó los labios y bajó su mano lentamente, su mirada estaba perdida en el horizonte, donde su ciudad estaba en caos total.

-¿Que dice el general?- preguntó Ignis desde atrás

Noctis giró su cabeza lentamente, su mirada reflejaba su respuesta.

Ignis asintió, miró a Gladio y a Prompto, quienes miraban tristemente a Mylvia. Con las manos sobre su boca, intentaba contener su llanto, cayó de rodillas y apoyó su frente en el suelo.

Noctis la miró, se hincó a su lado y posó su brazo izquierdo sobre la espalda de la chica.

-Vamos, Mylv- Noctis la tomó por la cintura para ponerla de pie, Mylvia se limitó a asentir y a tranquilizarse.

Prompto le tendió la mano, Noctis la encamonó hacia el rubio y él la tomó de la cintura cuando empezaron a caminar.

Gladio puso su mano sobre el hombro del pelinegro, quien caminaba cabizbajo a su lado.

Y antes de subir de nuevo al Regalia, las ultimas palabras del rey resonaron en la cabeza de los chicos.

Nunca mires atrás...

Mi princesa entronada...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora