Capitulo 5: Reencuentro

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Desperté dentro de una habitación sobre una cama individual, el cuarto tenia muebles viejos con telarañas y polvo, no tenia ni la más mínima idea de como llegue ahí, me puse de pie y comencé a revisar la habitación. Desde la cama se veía una luz que venia de un hueco, esta luz era reflejada por el vidrio de un reloj de mano negro lo tome y ví la hora, marcaba las 7 am.
Ver la hora me sorprendió, había dormido un buen rato y seguía estando sano y salvo, al intentar colocarme el reloj se me cayó e hizo un ruido en el piso hueco de la habitación, esto me dio a entender que me encontraba en una segunda planta de una casa o tenía sótano; comencé a oír voces fuera de la habitación, cada vez se acercaban más, me asuste y lo primero que hice fue ponerme debajo de la cama, no estaba seguro de que podían hacerme esas personas, pero al momento de ver como abrían la perilla de la puerta escuche una voz familiar que decía "Steve, ¿estas despierto?" , lo primero que hice fue salir corriendo de la cama y abrir la puerta; jamás olvidaré la sonrisa de mi hermano mayor Christopher y la de mi cuñada Vanessa al verme.
Lo primero que hice al verlos fue abrazarlos, no quería soltarlos por nada, el cariño que le tengo a mi hermano mayor es demasiado, siempre compartíamos desde los momento más tristes hasta los más alegres; en ese momento recordé a mi pequeño hermano y me puse a llorar.
—¿porque lloras? —pregunto mi hermano.
No tenía forma de dirigirle la palabra, simplemente no podía explicarle por lo que había pasado, por lo que hice.
Pasaron un par de horas, en ese lapso de tiempo entre lagrimas y momentos de silencio le explique lo que había sucedido.
El y Vanessa me abrazaron y comenzaron a llorar conmigo, me sentí una completa mierda haber echo eso, el haber matado a mi hermano pequeño, era un gran peso que tenía que cargar por el resto de mi vida; mi hermano me miro a los ojos y me dijo:
—te entiendo, te he conocido desde que eras pequeño, se que tomaste esa decisión porque era lo correcto, se que de ninguna manera dejarías que siguiese sufriendo, pero no cargues todo el peso tu solo, todo esto paso porque vinieron a buscarme—
No supe que contestarle, pasaron los minutos y le pregunté que donde nos encontrábamos, me respondió que en una cabaña cercana al rió; la cabaña era de dos pisos, tenía demasiados muebles rústicos así que el olor a madera era normal ahí, era muy acogedora y cálida pero sobre todo demasiado sospechosa, estaba repleta de comida de todo tipo como si se tratase de un almacén, le pregunté que si ya había revisado todas las habitaciones y me contesto que no, ellos llegaron por primera vez conmigo, ósea se en la noche, era demasiado peligroso seguir ahí, no sabíamos la clase de personas que pudiesen estar viviendo ahí.
Comenzamos a revisar las habitaciones de la casá, en una de ellas comencé a oír un ruido extraño, esa habitación se encontraba al final del pasillo, no quise hablarle a mi hermano para no hacer aun más ruido y decidí revisarla yo mismo, conforme me acercaba oía una quijada abrir y cerrarse cada vez más rápido, como sí alguien quisiese morder algo, conforme giraba la perilla y empujaba la puerta el ruido sonaba más fuerte, mi mano temblaba con mayor fuerza y cuando finalmente pude abrir la puerta por completo vi lo que había adentró.

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