💞La Suma de las Posibilidades💞Shamy💞

💕Capítulo 30

Aunque Amy no tenía la menor intención de separarse de Sheldon, ni en quince días ni nunca, no estaba lista para regresar a Pasadena.

Por una parte, Amy se encontraba muy a gusto trabajando en el Instituto de Neurociencias de Estocolmo, era la gran oportunidad laboral que siempre había estado esperando, además tenía un mejor salario y cuatro meses de investigación por delante.

Por otra parte, tenía miedo, de hecho, estaba aterrada con solo considerar los cambios que vendrían a su vida en el momento en que regrese a Pasadena. La idea de aguantar el sermón que su madre le daría al enterarse de que estaba embarazada, era únicamente superada por la perspectiva de... decirle a la mamá de Sheldon.

Mary Cooper, la madre de Sheldon era una mujer cristiana, profundamente religiosa, a la que enterarse de que su inocente Shelly Bean, ha pecado y concebido un hijo fuera del matrimonio, no podría caerle nada bien. Con sólo imaginárselo, volvía a sentir náuseas.

Además, qué camino iba a tomar su relación al regresar a Pasadena? No habían hablado al respecto. ¿Irían a vivir juntos?, ¿dónde?. Sheldon no iba a querer mudarse a otro departamento, ¿Por qué tenía que ser todo tan complicado?.

─ Amy!, no me respondiste. ¿Cuándo vamos a regresar a Pasadena?, preguntó Sheldon sin alejar su mirada de Amy.

─ Sheldon, no sé cómo responderte esa pregunta. Yo quiero estar junto a ti, pero... mi trabajo acá no ha terminado, la investigación sigue, por cuatro meses todavía. Me gustaría quedarme un poco más en Estocolmo, además, mi sueldo aquí es muy bueno y voy a necesitar el dinero extra para cuando llegue el bebé, dijo Amy tratando de parecer objetiva, aunque casi no podía ocultar el miedo que sentía.

Sheldon se sintió algo decepcionado al oír esas palabras, le hacía sentirse mal el hecho de que al parecer Amy creía que no contaba con su apoyo.

─ Amy, el bebé es de los dos, nuestro!. Tú sabes que yo puedo proveer lo que ustedes necesiten. No creo que el problema sea solamente el dinero. Además, tú eres una brillante neurobióloga, y tu trabajo se destaca en cualquier lugar, sea en Estocolmo o Pasadena, dime la verdad; ¿por qué no quieres regresar a Pasadena?, preguntó Sheldon. Amy se sintió al descubierto. Sus ojos azules eran capaces de atravesar completamente su alma.

─ La verdad es que... tengo miedo. No estoy lista para enfrentarme a tantos cambios. Me asusta la idea de decirle a mi mamá, y mucho más a tu madre, y son tantas cosas más.

Pensé que tú eras el que tenía problemas para adaptarse a los cambios, pero resulta que no puedo manejar esta situación, respondió Amy con sinceridad.

─ Amy... todo va a estar bien. Yo también tengo un poco de temor, pero, ¿te das cuenta de que, algún día nuestras madres van a enterarse, por más que vivamos en Estocolmo?.

Mary Cooper tiene mejor sentido del olfato que un sabueso. No creo que podamos ocultarlo por mucho tiempo, le dijo Sheldon a Amy mientras tomaba de su mano. ─ Además yo no pienso regresar a Pasadena sin ustedes.

Amy unió sus labios con los de Sheldon en un tierno beso, diciendo finalmente. ─ Sí, supongo que todo va a estar bien, verdad?.

─ Sí, ahora a dormir, sabías que los bebés presentan periodos de mayor crecimiento durante el sueño de la madre?, mencionó Sheldon.

Después de cepillarse nuevamente los dientes, Amy volvió a dormir rápidamente, rodeada por los brazos de su novio. Sheldon colocó su mano izquierda suavemente, sobre el vientre de Amy, como lo había hecho antes. Suspiró hondo, sería una larga noche pensando en todos los cambios que estaban por venir.