Capitulo 8.

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Traté de arreglarme un poco, me puse polvo para taparnos ojeras, me puse un vestido azul marino oscuro, el pelo suelto.

-Me llevas Kathe - le digo ella está con Nana haciendo algo en la cocina al verme ambas sonríe.

-Claro, vamos - dice con una sonrisa - estás hermosa - tuerzo los ojos.

-Ya vuelve Nana - me despido.

-No ella también viene - dice Kathe, Nana sonríe y asiente.

(..)

Mojo un poco mi cuello, estaba algo nerviosa no sé porque, nunca quise ni querré el dinero de Christian.

Salgo y voy camino al despachó cuando la voz de Sofía me detiene.

-Hanna - me giro ahí está la hermana de Christian, quien corre a mí y me da un abrazo - Hola.

-Hola, ¿Qué haces aquí? - le cuestiono cuando nos separamos.

-Lo mismo que tú - sonríe - ¿Como estás?

-Bien - le digo - y ¿tú?

-Bien - me asegura con una sonrisa - Vamos nos deben estar esperando.

-Si - me coge del brazo y caminamos así la oficina, donde esta no solo Nana, estaba los padres de Christian.

-Hanna - se acerca con una sonrisa la madre de Christian, me da un abrazo.

- ¿Como está? - digo al separarnos.

-Bien, cada día va mejor y ¿tu? Estás pálida y muy delgada - abro y cierro mi boca, que se supone que le diga.

-Mejor que antes - ignoro su comentario, saludo al padre de Christian. Mientras esperamos que entre el abogado que ca leer el testamento tomamos asiento. Estaba nerviosa, los padres de Christian estaban bien, se cogían de la mano como unos adolescentes.

Por más que trataban de estar con una sonrisa se podía notar su tristeza.

-Buenas tardes - Entra Christopher, me siento algo incómoda. Después de saludar comienza hablar sobre el testamento.

-A mi hermana Sofía Johnson te dejo mí el 30 por ciento de las empresas que me dio mi padre, al igual que el hospital, todos estos vienes los podrás adquirir hasta que haiga obtenido una carrera universitaria - sonrió - nuestros padres serán encargados de administrar tus vienes hasta que termines tus estudios.

Es que acaso Christian pensaba que Sofia no iba a terminar nunca la universidad.

-Nana, te dejo las más valioso, a mi esposa – basto esa frase para darme cuenta - a la mujer que amo, quiero la cuides, que coma, que sonría - las lágrimas caían mientras me negaba creer lo que estaba pensado.

Lo habían amenazado, este no era un testamento que hizo si por así, él sabía que le podía pasar algo.

-Que viva, que disfrute de su vida - no podía más, es qué acaso era la única que se daba cuenta que este testamento fue escrito sabiendo que va a morir.

-Él lo sabía - interrumpo a Christopher, el mira - ¿Él sabía que iba a morir? - la pregunta sonaba estúpida - Contéstame, Christopher él sabía, estaba amenazado acaso.

-Yo no sé nada de eso - dice - yo solo hice el testamento nada más, el vino y redacto su testamento.

-Él lo sabía - me pongo de pie, volteó a ver a Nana, estaba callada no me miraba, Sofía estaba nerviosa de igual forma no me miraba y sus padres con su mirada me di cuenta de lo que estaba diciendo no era ninguna estupidez - ¿Él estaba amenazado? - les cuestiono a todos, pero nadie me contesta - ¿¡Contéstenme!? - grito en llanto.

Hanna - El pasado vuelve- (+18).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora