Izzy issues -Fanfic de HP-

Capítulo 22: as long as i have you.

Capítulo 22: as long as I have you.

-No, Isabelle. No me voy a esconder a la biblioteca contigo hoy. -me dijo Coleen mientras con Sebastian caminábamos hacia el Gran Comedor.

-Nadie habló nada de esconderse, no seas dramática Col. -repliqué.

-Claro, y ayer estuvimos encerradas por cuatro horas en un salón vacío sin hacer nada sólo porque quisiste, ¿no? -respondió mientras cruzábamos las puertas del comedor.

-Es que quería practicar mi Accio. Deberías agradecerme, a este punto podrías traer algo desde Francia.

-Iz. -dijo Coleen deteniéndose. -Mira, ya han pasado varios días desde la fiesta. Ni siquiera sabes con claridad qué pasó. Sólo digo que quizás Lombard sólo te ayudó a vomitar o algo así. -indicó en voz baja.

-Estoy segura de que pasó algo más, Col. -nos giramos para ver a Alexandre Marchant, el ex novio de Coleen, mientras la llamaba para que se sentara junto a él.

-Ya me tengo que ir. -nos miró a Seb y a mí suspirando y agregó:- Sean buenos. E Iz, si tanto te preocupa... Al dice que si no te acuerdas, entonces no pasó. -me dijo guiñándome el ojo para luego marcharse.

-¿Al? ¿Desde cuándo le dice Al? -le pregunté a Seb mientras la veíamos sentarse junto a Alexandre. -Y tú, ¿por qué no hablas?

-Y yo qué sé, ¿qué quieres que te diga? -respondió a la defensiva.

-Ay, que odioso. Pero muy buena pregunta. Quiero que me digas que me vas a acompañar a la biblioteca. -pregunté inocentemente.

-Ya veremos. -culminó mientras nos sentábamos a desayunar algo lejos de Coleen.

Había pasado una semana desde la fiesta y yo no conseguía recordar lo que en realidad había pasado entre Samuel Lombard y yo. Así que, por si acaso hice algo embarazoso, lo estoy evitando. No es como sí lo fuera a admitir frente a Seb o Col, pero ambos saben la verdad: que lo estoy evitando.

***

-...Voilà. He terminado mi obra maestra. -dije alejándome de la hoja que tenía frente a mí para observar mejor el dibujo de Sebastian que había hecho mientras él se encontraba ocupado haciendo no se qué de prefectos.- ¿Qué te parece?

-Está muy bien, pero no entiendo por qué dibujaste orugas en lugar de mis manos. -respondió echando un vistazo, resoplé ante su comentario. (Él sabía que no se dibujar manos)-. De todos modos, te doy un sobresaliente: dibujas muy bien el cabello.

-Gracias, muchas gracias. -aunque en realidad no sé si lo decía en serio o si lo decía porque he pasado bastante tiempo practicando cómo dibujarlo.

Me levanté de la silla que estaba frente a él y caminé por alrededor de la mesa hasta donde estaba Seb y pase mis manos por encima de sus hombros.

-¿Qué estás haciendo? -le pregunté mirando el pergamino que tenía en frente. Lo cual es extraño, pues solemos (Coleen, Seb y yo) utilizar útiles escolares muggles.

-Horarios, para las rondas de prefectos. -respondió mirando hacia arriba para verme a la cara.

Sebastian es muy guapo, mucho. Tiene los ojos color aguamarina más preciosos del mundo, y cuando sonríe se le arrugan un poco en las esquinas y se le marcan los hoyuelos. También es el único hijo, tiene tres hermanas que lo aman, inteligente hasta el infinito y el mejor amigo que se podría tener. ¿Me ha gustado? Sí, supongo. Cuando éramos más jóvenes, pero como todo romance infantil, se me pasó rápido.