Capítulo 3

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— ¿Tú?— le pregunto al chico frente mío — ¿Qué estás haciendo aquí?

— No vine por ti Hendrix—, responde cortante— mis padres tienen una cena de negocios con los tuyos y me obligaron a venir.

— Hola Alisson —, dice la señora Campbell cuando llega al lado de Alex— ¿Cómo estás?

— Muy bien señora—, respondo amable— por favor pasen.

— Alisson— saluda el padre de Alex— un gusto en saludarte.

— Señor Frank. Gracias.

Cierro la puerta y entro a la cocina.

— Ali, cariño—, me llama mi madre— ven a la mesa, la cena está lista.

— Está bien.

Hago caso a lo que me ordenó mi madre y voy a el comedor. Mi padre está en la cabecera de la mesa, la punta restante está desocupada para mi madre, el señor Campbell se encuentra a la derecha de la mesa y su esposa a su lado, lamentablemente el único puesto desocupado es al lado de
Alex.

Tomo asiento a su lado sin siquiera mirarlo. En serio lo detesto, ¿No podría simplemente no existir?

— Tus ganas de asesinarme se perciben de lejos—. Susurra

— Callate.

— Sé que me quieres Ali.

— No vuelvas a decirme así —, ordeno — Y lo único que siento por ti es desagrado.

— La cena está lista—. Llega mi madre con los platos.

— Se ve delicioso Alice—. Dice Lauren.

— Gracias.

Esperamos a que mi madre tome asiento y hacemos un brindis.

— Gracias por venir y aceptar hacer negocios con nosotros —. Se dirige a los Campbell mi padre.

— El placer es todo nuestro Andrew—. Dice Frank.

Guardamos silencio y empezamos a comer. Todo se ve exquisito. Mi madre siempre ha sido una gran cocinera y, esta vez se lució.

— Y Alisson —, Lauren se refiere a mi — ¿Tienes planeado qué vas a hacer al terminar el Instituto?

— Bueno —, me aclaro la garganta — me gustaría estudiar derecho en California.

— Eso es genial —, concuerda Frank — yo estudié en California y es fantástico.

— ¿Y tú Alex?— Ahora es mi padre quien habla.

— Arquitectura. Señor Hendrix.

Vaya, ¿ahora actúa como un buen chico?, Por favor, de todos Alex es el peor. Es arrogante, vanidoso, manipulador, bipolar, mujeriego, y que cree que con esos ojos profundos verdes que tiene puede tener a cualquier chica a sus pies.

— Alisson, Alex ¿Por qué no van afuera?— nos pide mi madre.

— ¿Por qué?— pregunto

— Tenemos que hablar sobre negocios.

— Está bien. Con permiso

Me levanto de la mesa y camino hacia afuera. Tomo asiento en un sofá quedando frente a el jardín. Noto que Alex se sienta a mi lado. Me quedo quieta admirando el patio y recordando a la Alisson de diez años jugando en el.

— ¿Recuerdas cómo solíamos jugar en este mismo lugar?— me sorprendo por la pregunta.

— Lo recuerdo.

Inesperadamente EnamoradosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora