Cuando Christian entró a la casa, de inmediato todos los empleados notaron su mal humor. Su cara estaba roja y sus manos vueltas un puño. Todos en la mansión sabían que cuando el marqués se ponía tan mal, lo mejor era que desaparecieran, que ninguno se cruzará en su caminos, de hacerlo tendrían que pasar por la ira sin límite que desbordaba.
-Alfred - gritó Christian a su mayordomo - cuando veas a lady victoria dile que la espero en mi despacho.
El hombre asintió y se retiró. Cuando la joven cruzó el umbral de la puerta principal, Alfred inmediatamente corrió a advertirla de lo que le esperaba.
-lady victoria menos mal la encuentro, el marqués dice que la espera en su despacho. Está muy molesto, entró arrojando todo lo que Tenía sobre su escritorio , solo vi que hiciera eso una vez en mi vida.
-Gracias Alfred, iba directo a mi habitación pero veo que tendré que desviarme.
-Prometame señorita que va a tener cuidado y que va a tratar de calmarlo. Yo sé que él parece un hombre malo, pero en realidad es un buen marqués, no quiere más que el bien para todos los que lo rodeamos.
-Alfred yo no puedo prometer que voy a calmar a Christian porque eso es algo que solo puede hacer él. Hizo algo muy malo conmigo, y ahora solo quiere hacerme ver como la villana, eso no lo pienso permitir. Pero gracias Alfred por preocuparte por él, a pesar de todo me importa, pero debe aprender primero.
Esta última confesión dejó al mayordomo con la boca abierta, él era consciente de la situación de su patrón, sabía la razón por la cual el marqués viajaría. Escuchar de boca de victoria que Christian le era importante lo dejó frío, sabía que su amo estaba en una gran encrucijada con respecto a sus sentimientos.
A paso muy lento victoria se dirigió al despacho del marqués, si estaba furioso, quería hacerlo explotar de ira, pues él odiaba esperar, pero ahora esto está lo que menos le importaba a ella.
Al llegar se detuvo por un minuto frente a la puerta, y escuchó que Christian continuaba arrojando cosas, inhaló, exhaló, acomodó su vestido, pellizco un poco sus mejillas, tomó una parte de su vestido con una mano evitando que se viera temblar, y con la otra golpeó tres veces la puerta.
-Soy victoria, me informaron que quiere verme - dijo del otro lado-
La puerta frente a ella se abrió y quedó cara a Cara con un hombre, que aunque molesto, continuaba siendo hermoso.
-Por qué tardaste tanto - gritó Christian mientras la tomaba por el brazo bruscamente sabes que odio esperar
-Lo siento, estaba ocupada
-ocupada en qué? - preguntó furioso -
-Estaba resolviendo un par de asuntos importantes , que no creo sean de su incumbencia
-unos asuntos importantes ?, que bien.. No sabía que Fournier ahora era un asunto importante, después de lo mal que lo trataste.
-Disculpe?? Que cree usted que Le da el derecho de meterse en mi vida? Es un asunto muy importante y punto. Y respecto al trato que le di ayer.... Supongo que me apresure, debi darle un tiempo. Como se lo di a usted
-qué?? - dijo golpeando el escritorio- te das cuenta de lo que dices? Y desde cuando me tratas con tanta formalidad?
- desde que decidí seguirle su juego señor marqués, usted piensa hacerme pasar como la mala, cuando en realidad aquí la única víctima soy yo. Y sí, soy exageradamente consciente de lo que digo, jamás había tenido tanta claridad en mi vida.
-Que te hice victoria, que te hice para recibir esto? - preguntó desesperado Christian tomando sus cabellos-
-ya le dije, el problema fue que no hizo nada y con eso yo pude comprender lo poco que le importaba.
-No entiendo lo que dices, victoria se más clara
-Pensé que haría más que devolver una estúpida amenaza. Pensé que.... - se detuvo-
-hice lo que pude victoria, a caso querías que les dijera que nos casariamos? Querías que nos casaramos?
-Sí - soltó ella en un grito desconsolado - eso quería, porque después de todo lo que vivimos comencé a sentirte mío y yo tuya, pensé que te importaba más, que me querías de verdad, para tomarme como tu futura esposa, para crear una vida juntos, pero me equivoque - dijo limpiando sus lágrimas - creo que Thomas puede darme la felicidad que a ti te quedó grande regalarme.
Estas palabras no solo hirieron el orgullo del marqués, sino su corazón, aquel le noches atrás le había entregado a su amada
-Victoria - gritó Christian mientras la tomaba por ambos brazos- te amo, te amo como a nadie en este mundo
-Demuestra que eso es cierto Christian - dijo en sollozo - demuestra que todo esto es verdad
Después de mirarse un momento Christian la beso, con un amor tan profundo que hizo que victoria olvidará la razón por la que estaba allí, extrañaba sus labios, anhelaba volverlos a tener, pero toda la magia acabó cuando él la apartó.
-Te amo victoria, pero aunque yo quiera hacerte mi esposa.... No puedo. Por eso tenemos que alejarnos.
Victoria solo lo miro sorprendida, limpió un poco sus lágrimas y le sonrió.
-No vuelvas a tocarme jamás en tu vida, no necesito los besos de un cobarde como tu, con los de Thomas me bastará. Ya no necesito tu amor, y tampoco quiero entenderte
-después de estas duras palabras victoria salió de la sala cerrando la puerta con todas sus fuerzas.
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VICTORIA (¿Y si te quedas qué? 1)
Ficción históricaDespeinada, loca y a toda risa; así era la vida de victoria collingwood, una chica de 20 años a la que no se le hacía fácil guardar compostura. Tenía un serio problema a la hora de comportarse, le costaba seguir las reglas implantadas por la estr...