"Su amigo tuvo un grave accidente... no sabemos si podemos salvarlo, lo siento señorita" esas palabras sonaban una y mil veces en mi cabeza... no te puedes ir, no me puedes dejar sola. ¡Se que vas a estar aquí!
(...)
—Vamos Eli ¡No seas aburrida! dicen que la fiesta será genial —allí estaba mi mejor amigo, emocionado como siempre, intentando llevarme a sus fiestas.
—No lo sé Alan, sabes que no me gustan esas cosas —me rasque la nunca.
—Vamos, has lo por mi, será por nuestro aniversario de amistad ¡10 años largos de amistad! —con esas palabras me convenció de ir a su tonta fiesta... ya que. Asentí con la cabeza y el empezó a saltar de emoción. —No te arrepentirás Eli ¡será la mejor noche de tu vida!
(...)
Si tan solo hubiese dicho no... si tan solo la hubiese ignorado a ella no estaríamos aquí. Alan, perdóname.
(...)
Estábamos ya en la fiesta. Todo normal, como siempre Alan y yo juntos bailando... todo va de maravilla, sinceramente no me arrepiento de nada.
—Eli iré al baño, no tardo, ligate a alguien mientras no estoy —dijo mientras reía y se iba.
Yo solo infle mis cachetes y me fui a una mesa en donde había al parecer ponche... bueno eso parece. Tomé un vaso y me serví medio vaso de esa agua. Apenas si voltee alguien choco conmigo haciendo que derrame mi bebida enzima mía.
—Lo siento —dije mientras me disculpaba con la persona que choque... o no, Jessica...
—Pero miren que tenemos aquí, a la húerfana de Elizabeth ¿qué no te habías suicidado ayer? Pensaba que le habías hecho un favor a Alan —dijo aquella rubia mientras reía con su grupo mientras que yo recibía miradas de asco.
Soy húerfana desde que tengo memoria, mi familia que me adoptó, me maltrato, la típica historia de la niña huérfana... es solo que todo lo que he vivido y sufrido me lo he guardado, con el único que hablo es Alan.
—Solo déjame en paz por favor —como siempre agache la mirada y empecé a llorar.
—Por favor, la única manera que estarás en paz será muriendo —me fui corriendo de allí saliendome de la casa de la anfitriona de la fiesta.
(...)
Ya han pasado tres horas, el doctor no me da ninguna noticia y enfermeras me miran con mucha pena. Está situación me está matando por dentro poco a poco de una manera muy dolorosa.
(...)
No paraba de correr, solo corría y corría mientras lloraba. Mi vista se nublo debido a las lágrimas que tenía hasta que tropecé. No sabía bien por donde iba hasta que escuche un claxon de un automóvil.
(...)
El doctor por fin se me acercó pero no tenía una buena cara.
—Señorita Woods tiene que venir conmigo a ver al joven Alejandro por favor —dijo y se dio la vuelta mientras caminaba.
—¿Él está bien? ¡lo sabía! cuando salgamos del hospital y se recupere le comprare su pastel favorito y, y, y, jugaremos juntos en el Xbox como a él le gustaba —no pude evitar dejar de llorar, tenía un gran brillo en los ojos al saber que iba a ver a Alan.
(...)
Después de que el claxon sonó escuche la voz de Alan.
—ELIZABETH QUITATE DE ALLÍ — voltee y lo vi, se me acercó corriendo y me empujó.
Caí por el otro lado mientras escuchaba un fuerte ruido y el freno del auto.
Me acerqué rápido a mi amigo. Estaba muy grave, había sangre por todas partes. Rápidamente llame al hospital y el señor que arrolló a mi amigo aceleró dejándonos a ambos solos en medio de la obscuridad.
—Alan no te vayas por favor. Por favor resiste —le tome de la mano y empecé a llorar aún más.
(...)
—Por favor entre, fue una petición del joven Alan... también pidió que usted entrara sola —y se hizo aún lado dándome acceso total a entrar.
Solté un gran suspiro y entre. Allí estaba Alan, vendado y con varios tubos conectados a el. Su ritmo cardiaco no era normal, estaba muy bajo. Me arrodille y me puse a lado suyo.
—Ven... —dijo Alan muy bajo y casi con un último suspiro. Me acerqué a su rostro y el solo sonrió. —toma esa carta y léela en voz alta.
Vi que alado de camilla había una hoja y la tomé, estaba muy bien doblada y cuidada, típico de Alan.
—Querida Eli, si estás leyendo esto es porque te quiero decir todo lo que siento por ti... mis últimas palabras —Empecé a derramar lágrimas y mi voz estaba rota. Tomé una bocada de aire y seguí leyendo. — Desde el primer día que te conocí supe que eras una chica especial. Desde los diez años tuvimos una linda amistad... hasta el punto de considerarte una hermana, mi familia, mi mundo... nada de esto es tu culpa, y quiero que sepas que nunca estarás sola. Aunque tú no me veas yo estaré allí.
Y la carta termino, empecé a llorar a mares mientras le tomaba de la mano a Alan. Él me hizo una señal para que me acercara, enseguida me acerque y con un último suspiro me dijo...
—Te amo hermanita —y me soltó...
—¿Alan?... ALAN, POR FAVOR RESPONDE —el monitor cardiaco marco cero de pulso y por ente empezó a sonar aquel ruido que a toda persona aterra cuando una persona que te importa está allí. —POR FAVOR UN DOCTOR, AYUDENME.
Me fui corriendo afuera, pude ver a varios doctores y enfermeras entrar a la habitación de Alan. Me quedé afuera por órdenes del doctor mientras veía como lo trataban.
Pasaron unos cuantos minutos que para mí fueron eternos. Todo el personal salió de la habitación sin decir nada, mientras que el doctor que atendía a mi amigo personalmente se me acercó.
—Disculpe, hicimos todo lo que pudimos... sabíamos que este resultado era inevitable —agacho su cabeza para después hacerse aún lado.
Sin pensarlo dos veces entre... me caí de rodillas y grite. ¿Cómo es que mi mundo se pudo derrumbar así? ¿Cómo es que te pude perder?
—Yo también te amo. — dije mientras me levantaba... Me acerqué a él y le acaricié su cabello rubio. —Yo también te amo hermanito.
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Nunca sabes lo que tienes hasta que lo pierdes... Nunca dejes ir a la persona que más amas.
Por más que gente te insulte no te rindas, siempre habrá una persona que te apoye y te ame.
(Proyecto en proceso)
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Lo siento...
Short StoryEs increíble cómo todo tu mundo se puede derrumbar en un instante... es frustrante ¿sabes? Ahora solo puedo decir lo siento, como la idiota e ilusa que soy... lo siento. (Proyecto en proceso)