-Señor acaba de llegar -
JeongHan se levantó rápidamente del asiento y salio corriendo de su hogar. Recorrió varias calles hasta llegar al centro del pequeño pueblo.
-¿Que es lo que viste? - se agacho quedando a la altura de aquel hombre que estaba en el suelo, agotado por el cansancio.
-No importa, el esta en camino - la piel del pálido chico se erizo al escuchar la declaración que hacía el hombre - tiene que esconderse señor - JeongHan se quedo pensando, tratando de encontrar alguna solución a su problema.
-El no sabe llegar aquí, además las huellas se borran rápidamente con la nieve- tartamudeaba al hablar, su peor pesadilla venia en camino, no podía quedarse allí; se puso de pie mientras negaba con la cabeza - dejaste que te siguiera...? -pregunto con miedo, el hombre abrió los ojos como platos, hundió sus manos en la nieve mientras se inclinaba por clemencia.
-Lo lamento señor, no era mi intensión, él dijo que me daría tiempo para advertirle -
El joven a cargo tenía una expresión de angustia.
-No se hace tratos con él, te pedí que no te acercaras demasiado - susurro con un hilo de voz - fue mi error, lo lamento - ayudó a levantar al sirviente, todos los pueblerinos estaban atentos a lo que hacia su joven gobernante cuando escucharon la campana de los guardias.
Miro al frente yendo hasta la reja principal, al inició no distinguía nada hasta que se acerco más, un gran lobo blanco se aproximaba a toda velocidad.
Abrió los ojos con sorpresa al darse cuenta que le doblaba el tamaño a un humano promedio.
-Cierren las puertas ahora!!!!! - grito desesperado mientras vigilaba que siguieran sus órdenes.
Todo fue inútil, la gran criatura había saltado los muros llegando así a la pequeña plazuela, no tenía más opción que encararlo y ver por su pueblo.
-No dejare que te lleves a los niños - llamo la atención del animal
- estas equivocado si creés que vine por ellos - hablo con voz profunda el lobo de pelaje blanco, tan profunda que JeongHan temió preguntar lo siguiente
-entonces... ¿Qué quieres? -
- a ti JeongHan - su corazón se detuvo y su cuerpo se paralizó. La bestia aprovecho para sacar sus colmillos y saltar hacia él, pero otro cuerpo protegió al joven inmóvil. La piel de aquella persona fue desgarrada provocando que la nieve se pintara de rojo, ahí fue cuando reaccionó de nuevo, echando a correr dentro de su hogar, otras personas lanzaban piedras para darle tiempo a huir, sin embargo al lobo no le importaba.
Rompió un cristal de un salto empezando la persecución por los pasillos y cuartos de aquella casa, JeongHan dejaba caer cosas para obstaculizar su paso teniendo un poco de éxito. Se encerró en una habitación enorme tentando la pared hasta encontrar su pequeño refugio secreto; entro y aseguro todo. Tenía esperanza que no lo encontrará, que se rindiera, pero no fue así, la puerta comenzó a ser golpeada y rasgada hasta ser destruida, Han miro fijo sus cuencas negras, llenas de maldad, sintiendo cerca su fin. El animal se abalanzó sobre él abriendo grande su mandíbula, tapó su rostro esperando lo peor.
Segundos después sintió algo golpear su estómago sacándole el aire.
Tenía el cuerpo de la criatura tirado en su regazo, ya sin vida; levanto su mirada encontrando a un joven con arma en mano, su respiración agitada y porte de caballero. Le había salvado. Su respiración se detuvo un momento, la cabeza le daba vueltas temblando aun por el susto.
Trataba de mantenerse despierto. Su entorno giraba sin entender del todo, la vista le fallaba desenfocando cosas. Escuchó como el contrario tiraba el arma para tomarlo en brazos, con una mano señalo su armadura del rostro.
-quitatelo - ordenó.
Sintió una punzada en la cabeza, viendo como todo se volvía negro, teniendo como última visión unos hermosos ojos castaños.
¿De donde había salido aquel salvador? No importaba, lo importante es que ahora era su caballero.
El gran caballero del alba.
ESTÁS LEYENDO
Caballero del Alba
FantastikJeongHan veía venir su final, todo pasaba rápido sin poder hacer gran cosa, ¿por qué?,¿Alguien podría salvarlo?