— Le va bien. – Contestó Zayn por mí -. Pero, ¿por qué eres tan indiscreta?
— Tampoco he preguntado nada raro.
— ____ no es como tú. No la avasalles.
Me aclaré la garganta y les miré a ambos.
— Os habéis dado cuenta que estoy aquí, ¿verdad? Habláis como si estuvieseis a solas. Me parece bien cuando sea por cosas que sólo os atañe a vosotros, pero no habléis de mí como si no estuviese presente. ¿Queda claro? Me hacéis sentir incómoda.
— Discúlpanos. – Me rogó Zayn y me tomó la mano.
— Tienes razón. Lo siento mucho. – Accedió Blanche -. ¿Vendrás entonces con nosotros?
No me dio tiempo a contestar cuando recibí una llamada. Era Ale otra vez. Miré a Zayn, tristemente, y éste me quitó el teléfono y contestó.
— ____ no quiere verte ni hablar contigo. Por favor, no vuelvas a llamarla.
Ale debió decirle algo porque Zayn escuchaba y su rostro estaba muy serio. Me miró de soslayo y me susurró que Ale estaba llorando. Segundos después, Zayn cortó la comunicación y me devolvió el teléfono.
— Creo que deberías llamarla y hablar con ella. Está destrozada.
— ¿Destrozada? ¿Te imaginas lo que ha sido escuchar sus insinuaciones una y otra vez y tenerme que callar por la amistad que me unía a ella? Tenía que haber cortado esto antes.
— ¿Y por qué no lo hiciste? – Intervino Blanche.
— Porque la quiero. Para mí ha sido difícil decirle adiós. O me acostaba con ella, o no podía volver a verla. Así de claro. Me decidí por lo segundo, porque lo primero, sencillamente, era impensable.
— Al menos deberías decírselo a la cara. Yo no puedo ser tu escudo para todo, _____. Tienes que hacerlo por ti misma.
Miré a Zayn con tristeza y suspiré. Cogí el teléfono y tras encontrar en las llamadas perdidas el número de Ale, pulsé el botón de llamada. Lo cogió casi al instante. Era cierto que estaba llorando. No me dejó hablar. Apenas entendía lo que me estaba diciendo.
— Ale, creo que esto es lo mejor. Yo no te correspondo y no me veo capaz de seguir siendo tu amiga mientras me hagas esa serie de insinuaciones.
— ____… Haré todo lo que me pidas. Por favor, no te alejes de mí. Eres mi mejor amiga y te quiero. – Dijo con la voz entrecortada, mientras sollozaba.
— Ale, yo…
— Por favor…
— Pero es que yo no te correspondo. No estoy interesada en ti ni en tus juegos.
— No me importa. Lo superaré. Lo único que quiero es recuperarte. ____, eres lo más importante que tengo en mi vida. Si te pierdo, yo… Se puso a llorar y ya no entendí nada de lo que dijo.
— Ale, si quieres podemos hablarlo, pero hoy no. Tengo cosas que hacer.
— ¿Dónde estás?
— Estoy con Zayn y una amiga. De momento me voy a quedar con ellos.
— ¿Puedo ir mañana a recogerte después del trabajo?
— No creo que debas hacerlo. Dame un tiempo, por favor.
Mientras hablaba con ella, me saltó una alarma de doble llamada en el teléfono móvil. Corté la comunicación para atender la otra llamada. No aparecía el número, pero eso sucedía con frecuencia en estos casos. Lo cogí, sin pensar, y al escuchar la voz de Harry al otro lado de la línea, el teléfono resbaló entre mis manos, debido a los nervios, y se cayó sobre la mesa. Blanche, al ver mi estado de nervios, cogió el teléfono y tras hacerme una señal de permiso, contestó ella la llamada.
— ¡Hola! ¿Con quién hablo, por favor? ¿Yo? Pues soy Blanche. No, no se puede poner en estos momentos. Se siente indispuesta. ¿Quiere que le deje algún mensaje?
Me miró, y por su gesto entendí que
Harry estaba sumamente enfadado. Estiré mi brazo y tomé el teléfono, mientras escuchaba gritar, al que había sido mi pareja, al otro lado de la línea.
— Harry, deja de gritar. – Le dije aparentando tranquilidad.
— ¿Dónde estás, ____? Vuelve aquí inmediatamente.
— No.
— ¿No? – Parecía incrédulo -. Me parece bien que me hayas dado un toque de atención, pero, ¿no crees que te estás pasando?
— No ha sido un toque de atención. Te he dejado y no tengo intención alguna de volver a verte.
— ¿Dónde estás? Dímelo o te juro que…
— ¿Qué harás, Harry?
— _____… - Dijo mientras intentaba recobrar la paciencia -. Esto no puede acabar. Sencillamente, no estoy dispuesto a perderte. Haré lo que me pidas.
— Es tarde para nosotros. Yo he tomado mi decisión y es irrevocable.
— ¡No! Dime dónde estás inmediatamente. – Repitió.
— No te lo voy a decir. Lo último que quiero es verte ahora.
— ¿Estás con él? ¿Estás con Zayn?
Cuando me hizo esa pregunta mi corazón se aceleró aún más y Zayn vio mi cara de preocupación. Corté la comunicación, con las manos temblorosas, y dejé el teléfono sobre la mesa.
— Está furioso. – Dije con la voz entrecortada -. Me da miedo lo que pueda pasar. Me ha preguntado si estoy contigo y no he querido responderle.
— ¿Por qué?
— Porque me da miedo que te haga daño.
— No te preocupes por mí. Sé defenderme.
— ____, tranquilízate. Ahora estás con nosotros y todo irá bien. – Dijo Blanche, intentando que me relajase.
— Jamás se había puesto así. Tiene carácter, pero en esta ocasión… No pude evitarlo y me puse a llorar.
Zayn me abrazó y Blanche me miró con tristeza.
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