•One-Shot•

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Antes de empezar con la lectura me gustaría aclarar un par de cosas. Primero, esta historia está basada en el "capítulo #24: La fotografía" de mi otra historia, "De mafiosos a niñeras". Dicho capitulo era falso, solo lo puse de relleno para compasar mi falta de actividad en esa historia. Pero bueno, la idea me gustó tanto que en más de una ocasión estuve tentada a escribir este One-shot, pero mi tiempo no lo permitía por lo que nunca lo hice, hasta ahora xD

Para quienes hayan leído ese capítulo falso, bueno, aquí tienen los sucesos ocurridos esa noche 7w7

Oh! Y para quienes no hayan leído ese capítulo, no se preocupen, este One-shot es independiente. Quiero decir, no necesitan leer mi otra historia para entender esta OωO)/

Bueno, dicho esto. ¡Que comience el one-shot!

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—Capitulo Único—

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-Bajo los efectos del alcohol! -

|Versión 2.0|

«La familia de vongola primo»

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...Sicilia, Italia...

Vongola Famiglia, una familia mafiosa de recién formación, la cual se ha ganado el respeto de muchos pese a su corto tiempo de labor. El arduo trabajo de su líder, Giotto Di Vongola, en compañía de sus guardianes y amigos comenzaba a ser reconocido por todo el país. Vongola Famiglia, estaba haciéndose con una sorprendente fama. Las personas los veían como jóvenes dignos de admiración, con una disciplina innata y un rápido actuar ante cada situación que se presentaba.

En Vongola no se tomaban las cosas a juego, Vongola era un lugar serio de trabajo.

Pero nada más lejos de la realidad...

Los más allegados a Vongola sabían lo que realmente era esta familia. Las locuras, y desastres eran el pan de cada día en esta afamada familia. Y quien mejor que ellos mismos para saberlo.

Pero bueno, al menos las locuras siempre tenían su límite. Sin embargo, nunca hay que subestimar a vongola en cuanto a desastres se refería.

Y esto lo comprobaba cierta alondra justo en estos momentos...

Alaude, guardián de la nube de primo, así como jefe de la policía siciliana, era testigo de hasta qué nivel podía llegar vongola, y ahora nuevamente superaba ese nivel.

El de rubios platinados, había vuelto a Catania tras su reunión en la capital, Palermo. Admirando ahora, la inusual escena.

—¡Mesa~ Mesa~ mesa que más aplauda, mesa que más aplauda, le mando, le mando, le mando una fruta~! —cantaba a todo pulmón el ilusionista arriba de una mesa mientras bailaba con un perchero en su mano, el cual usaba como su pareja de baile.

—Hm, sabía que el melón pronto enloquecería—musito con desinterés el rubio cenizo, viendo desde la distancia la locura que hacia el ilusionista.

—Za, za, za, y a tu za, y a tu za-Ah! —el canto de la niebla fue interrumpido al momento que tuvo que esquivar un pastel en mal estado, mismo que al momento de esquivarlo perdió el equilibrio provocando que callera de la mesa. —¡Q-que rayos, hip, te pasa...! —reclamo el ebrio ilusionista a la persona que le había atacado.

Bajo los efectos del alcohol! 2.0Donde viven las historias. Descúbrelo ahora