Cuando Te Conoci

los celos no funciona parte 2

 Estaba en el cuarto de baño del instituto. ¿Cómo es posible que mi primer plan no haya funcionado? Necesito un segundo plan para ponerla celosa, porque el plan A ha sido un fracaso total. Nash, vamos, piensa un poco. Tiene que haber algo para ponerla celosa. Me ha visto incluso hablando con una de sus amigas. Nada de nada. Suspiro. ¿Pero por qué no me estaba mirando? No lo entiendo. Me estaba ignorando. Pero algo debe ocurrírseme para un segundo plan. Me lamo las manos, luego me las seco con papel. Me doy la vuelta, saliendo del baño. Estoy caminando por los pasillos del instituto, totalmente mío. No se me ha ocurrido nada para el segundo plan, pero ya mismo tengo que entrar a clases, va a sonar la campana. Pero debo tener ese plan para poder poner celosa a Yasmile. Me apoyo en la pared del pasillo, pensando en lo que puedo hacer hasta que la veo pasar delante mío, pero nada, hace como si no me estuviera viendo. Me separo de la pared, camino hacia donde me tocaría mi clase. Entro dentro de la clase, me siento en mi pupitre, hecho la cabeza hacia atrás, sin saber qué hacer para que se fije en mí, pero algo se me va a ocurrir. Pero no sé nada de ella. Al final, mi padre va a tener algo de razón. Muevo la cabeza. Jamás le daría la razón a él. Y me levanto del pupitre, necesito enfrentarme a Yasmile, pero me vuelvo a sentar. Estoy loco. ¿Cómo se me ocurre ir a enfrentarla? Vuelvo a echar la cabeza en el pupitre. Veo cómo delante de mí se sienta mi amigo Dami. Me estaba observando porque tengo la idea de que quiere algo, pero ahora estoy ocupado pensando en un plan para ponerla celosa. Pero si a mi amigo se le ocurre algo, también... dos mentes piensan mejor que una. Pero si se da cuenta de que me gusta Yasmile, ¿Qué hago? Suspiro. Debo pensar solo, pero me sigue observando. No tengo ni idea de lo que quiere. Ahora lo estoy mirando yo a él, pero seguíamos en silencio, sin decir nada de nada. Pero necesito hablar. Lo más seguro es que él también está esperando que hable. Me estiro un poco. Veo cómo entra la profesora. Él se levanta. Me tocaba inglés, y veo cómo entra Yasmile, con ese pelo marrón rizado recogido, esa piel tan hermosa como el sol al salir, con esos ojos marrones, más hermosos como unos cafés... ¡Dios, estoy pillado por ella hasta los huesos! Saco mi libreta de inglés con el libro, pero no puedo concentrarme, porque solo estoy atento a Yasmile. La pienso todo el día, también por la noche. Seguía escribiendo en mi libro de inglés. Veo que ya ha terminado la clase. Ahora se acercan Dami, Nacho y Mario. Los tres juntos. Lo más seguro es que han notado que estoy algo raro en clase. Estoy guardando el libro de inglés, porque ya mismo empieza la clase de matemáticas. Los tres se sientan enfrente mío. Me seguían observando hasta que veo que no aguantan más, tienen ganas de hablar. Se miran entre ellos, como diciendo: "Venga, habla alguno, da igual el que sea, pero alguien tiene que decirle algo". Vuelvo a suspirar, hasta que están a punto de animarse. Sería este el presente, pero a la vez no me animaba, pero tenía que hacerlo antes de que empiece la clase, aunque dudo mucho que algunos de ellos me entiendan como me siento ahora mismo. Estiro las piernas debajo del pupitre, pero me seguían mirando los tres a la vez, hasta que se me ocurre algo. Mirando a mis amigos, para poder poner celosa a Yasmile, les doy las gracias. ¿Pero cómo lo hago ahora? Ese es el problema. Ahora mismo se me ocurrirá algo. Creo que mi padre se va de viaje esta noche, así que mañana sería perfecto para organizar todo, de todo. Hasta que veo que va a hablar uno de ellos. Me fijo que es Mario, pero estaba como dudando en hacerlo, hasta que veo que Dami se va a animar a hablarme, pero también está dudando en hacerlo, hasta que por fin alguien habla: es Nacho, que me dice:

Nacho: ...la opinión de Dami. Él me ha dicho que le gustan las mujeres más grandes y con más edad que la suya. Sus gustos no cuentan.

Dami: ¿Qué tiene de malo las mujeres más grandes? ¡Arriba, también están super sexy! Y mi opinión sí cuenta.

Nash: - Me río - Bueno, Dami, ya nos damos cuenta de tus gustos, pero ahora estamos con mi problema.

Dami: Me alegro de que os hayáis dado cuenta de mis gustos. Y sobre tu problema, la veo algo difícil, la verdad.