Capítulo 5

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La tetera con su característico sonido sacó a Reiji de sus pensamientos después de haber escuchado el nombre de aquel vampiro. Se podía ver la expresión desconcertada en su rostro, ya que él conocía a Drácula solo como una leyenda vampírica o por lo menos así siempre se lo hizo creer Karl; en cambio Nanami, lo miraba con inocencia, ya que ella no veía fuera de lo normal nombrar a su antepasado, sobre todo aquel que enorgullecía a toda su familia – Menos a Katsura –. El ojos magenta apago la estufa analizando un poco la situaciónteniendo una sospecha de lo que quería su padre con todo esto, pero después de todo es de Karl de quien hablamos, nunca se sabe lo que él quiere, por ende, Reiji no tenía claro lo que realmente sucedía en su casa y eso le causaba un gran estrés -que no demostraba- , sin mencionar que si esta criatura era descendiente del grande... ¿Por qué podía sentir impureza en su sangre?, todo se volvió un gran nudo en la cabeza de este vampiro y montones de preguntas surgían, una tras otra, pero por educación evitaría preguntarlas todas a su invitada.

Tomo dos tazas para así poder servir el té y darle su porción a Nanami, quien agradeció tomando la taza , dio un pequeño sorbo, disfrutando el sabor dulce que le brindaba aquel té que además despedía olor a rosas , lo que lograba que se relajase un poco y que solo quisiera disfrutar de el; pero Reiji aún no salía de su caja de dudas que solo causaba más estrés en él al no encontrar ninguna respuesta al tema y todo esto se podía notar ligeramente en sus ojos al ver con mucha determinación a Nanami, mientras que ella simplemente se deleitaba con su bebida.

-Ahora – hablo Nanami con una sutil sonrisa- espero no le moleste que yo le haga una pregunta – miro a el vampiro y este simplemente le miro atento esperando la pregunta- ¿De casualidad usted sabe, por qué vuestro padre me ha invitado? – Suspiro – Ciertamente no tengo mucha noción de mi visita, solo sé que Karl-sama me invitó – explico.

Reiji negó con su cabeza para después tomar un poco de su té, Nanami le miro unos segundos más y luego dirigió su mirada hacia otra dirección; pero otra duda surgió en la cabeza de Reiji y es que, si solo invitaron a Nanami ¿Por qué estaba su melliza?. Todo se volvía más complicado en su cabeza y eso sin duda alguna le era desagradable, miro a Nanami notando su cabeza gacha.

Una sonrisa apareció en los labios de Reiji – Para tan impecables modales, suponía que sabrías que una dama nunca agacha su cabeza – se acerco a Nanami por sus espaldas y alzo su barbilla lentamente.

Nanami se enderezo ruborizada dejándose guiar por el simple tacto que Reiji dio en su barbilla – Lo lamento Reiji-san – dijo bajo pero audible.

Cerro sus ojos un momento suspirando un poco cuando Reiji alejo sus dedos y tomo la taza vacía para alejarse, Nanami le miro a la vez que él le daba la espalda y lavaba las dos tazas ya usadas. La chica sintió un poco de curiosidad y temor por el cosquilleo que la recorrió por el leve contacto con la mano de Reiji, pero no se queda atrás el vampiro que mientras lavaba los trastes, se preguntaba ¿Qué acaba de pasar?

El silencio nuevamente los envolvió, pero esta vez de una forma distinta, se sentía una pequeña tensión que no era incómoda, es más hasta podría decirse que era un poco excitante. Que lástima que éste momento fuese interrumpido por Kanato quien entraba tranquilamente, hasta que vio que en la cocina no estaba solamente Reiji – como era de costumbre- Kanato les miro a los dos y luego miro a su Teddy

- Y-yo me retiro –tartamudeo un poco la de cabellos dorados, se levanto con nerviosismo y ruborizada – Agradezco el té y el pequeño rato Reiji- san, si me disculpa – hizo una pequeña reverencia y se fue.

Reiji miro el camino que tomo su compañera sintiendo molestia por su huida a la presencia de una tercera persona en la habitación, pero mientras que él se mantenía con rigidez decidiendo simplemente ignorar el peculiar momento que se acaba de presentar; Nanami mantenía su respiración curiosamente acelerada junto a los latidos de su corazón, desconcertada con lo que acababa experimentar y haciéndole pensar que tal vez, el no haber esperado a Katsura fue una mala idea, sin embargo, debía admitir que una parte de ella deseaba que nunca hubiese llegado el chico del oso de felpa, que ese momento hubiera continuando hasta el final, que esa pequeña parte de ella disfruto a total plenitud ese diminuto momento.

¿Quién pudiese creer que Nanami sería carcomida por esas emociones abrazadoras que le surgían por la oscuridad?, dicen que la Luz siempre sentirá la necesidad de estar con la oscuridad, que la oscuridad nunca aceptara su necesidad de la luz, que ambas son tan correspondidas como no... Todo se vuelve curioso, desde este punto puedo ver como las fuerzas se mueven para lograr que haya un equilibrio en lo que se conoce como naturaleza. Como esta peculiaridad de juntar a un monstruo de pensamientos sádicos y corrompidos con una dulce chica que simplemente fue criada para servir y ser servida. Que los sentimientos de Nanami clamen con la necesidad de repetir otro momento al lado de Reiji me parecía muy interesante. Aunque las mejillas rosadas y la respiración ligeramente acelerada de Nanami llamaría la atención de un vampiro de gran estilo, de Raito que pasaba casualmente por el pasillo y que al ver a la inocente distraída por sus pensamientos, solo pudo sonreír un tanto excitado al verla en esas condiciones, sobre todo al imaginar esa reacción acompañado con un "Más por favor" entre los jadeos de la observada.

- Mmmm – alargo acercándose Raito a Nanami – Podría acostumbrarme a estos buenos días

Nanami desconcertada al principio, parpadeo un par de veces antes de sonrojarse por la sorpresa de ver al castaño – Raito-san – tartamudeo un poco atónita.

- ¿Raito-San? – pregunto un poco sorprendido- ¿Qué edad crees que tengo?

- ¿Edad? – pregunto Nanami confundida – ¿te refieres al san? – Al ver la ceja arqueada de Raito disgustado, La joven se puso nerviosa al haber sido ofensiva – Lo siento – se disculpo apenada- pero, me educaron de esa forma... hablar con respeto ante todo – explicó.

Raito miro a Nanami sintiendo diversión por su rostro apenado, pero su mirada bajó por su cuerpo notando los trapos anticuados que ella cargaba, haciéndose más o menos una idea de cómo fue su crianza – Ciertamente hay muchas cosas que debemos mejorar querida – puso sus manos a los lados de Nanami, así acorralándola contra la pared - Pero – rio un poco, una risa un tanto sádica – Puedo acostumbrarme

Nanami no comprendía mucho lo que Raito quería decir, pero al verle acercarse a ella hasta el punto de sentir su aliento, cerró sus ojos asustada sintiendo como los sentimientos ansiosos que sentía hace momentos pasaron a ser todo lo contrario en segundos; una tos falsa hizo que Raito se alejase de Nanami antes de poder tocar sus labios –Aunque ese tosido fue muy conocido para Nanami –

- Te aconsejaría que te le quitaras de encima – hablo Katsura en un gruñido.

- ¿En serio? - hablo con diversión el castaño – Que aburrida Katsura-chan – chillo como un niño pequeño a la vez que se alejaba de Nanami.

Katsura arqueo la ceja un tanto desconcertada por la informalidad – acércate de nuevo a ella y desearas no ser inmortal – amenazo Katsura con una sonrisa de lado.

- Que cruel – Raito hizo un pequeño puchero.

- Katsura-san – reclamo Nanami, pero se arrepintió cuando esta le miro con enojo-

- ¿Qué pensabas paseando sin mi? – le regaño molesta – Estoy harta de que solo pienses en ti – Las palabras de Katsura tenían cierto poder, por el bajo tono utilizado –Si planeas suicidarte, avísame para poder dormir más tiempo – Katsura miro severa a Nanami.

Nanami agacho la cabeza avergonzada y triste por causarle nuevamente molestias a su melliza. Así era siempre, así fue siempre. Sin decir nada Katsura camino en dirección al comedor donde sería el desayuno familiar que se planeó para darles una bienvenida agradable a las invitadas en recompensa por la noche anterior.

Raito miro incómodo a Nanami, aturdido por la escena de las dos mellizas y a la vez sintiendo una punzada en su pecho al ver como dos ojos grises se cristalizaban; aunque Nanami quisiese llorar sabia que una dama debía mantener la compostura en todo momento, así que respiro hondo y se enderezó mirando a Raito

- Lamento el momento Raito-san – Se disculpó amablemente-

Raito miro unos segundos a Nanami sin responder – Nanami – le llamó sereno - ¿Qué acaba de pasar? – pregunto curioso.

Teddy, todo esto es extraño - Kanato

Nigth's Oath / Emisión\|Diabolik Lovers|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora