Sé que nunca leerás esto, pero decir todo lo que siento es lo único que necesito. Tú, mi querido ídolo, me has hecho feliz cuando todo estaba mal. Las veces que estaba al borde del llanto y que tú me has hecho olvidarme de todo lo que estaba pasando con tan sólo una foto tuya, una canción o un vídeo son incontables.
Siempre te estaré agradecida por todo lo que has hecho por mí sin tan siquiera saberlo, pues tú no sabes todo lo que me has hecho sonreír. Siempre te estaré agradecida por compartir tu música y por hacerme sentir cosas que nunca había sentido con ella.
Y es que el amor tan puro e inocente que siento por ti es inmenso. Es inimaginable todo lo que te quiero y te admiro. Te admiro por ser una persona tan fuerte y tan trabajadora, que no ha descansado hasta conseguir sus sueños y que aunque ha pasado por momentos muy difíciles en su vida, siempre ha seguido hacia delante. No sé ni yo, como una persona que ni siquiera conozco, me ha podido hacer tan feliz.
Tú has sido, eres y serás mi inspiración. Me has empujado a no rendirme nunca y a que por muy jodidas que estén las cosas siempre siga hacia delante, sin importar lo demás. Siempre me acordaré de ti por ser la persona que me animó a conseguir todo lo que me proponga.
De verdad, no sé que sería de mí si no te hubiera llegado a conocer. Me has hecho una persona infinitamente mejor y por eso te estaré eternamente agradecida.
Muchísimas gracias por todo, y es que tú, me has enseñado la mejor versión de mí.
Te quiero.