Sábado por la mañana, y recien eran las diez en punto, yo apenas me estaba levantando para desayunar, Donna, Donald y Mikey se habían ido desde las ocho a no se donde, pero se los agradecía mucho, no queria acompañarlos. Con todo el pesar del mundo me levante de mi preciada cama y me dirigí a la cocina en busca de algo de comida, podria levantarme tarde, pero jamás pasaria por alto alguna comida.
El timbre comenzó a sonar insistentemente, por un momento me imagine que podria ser Bob, hace mucho que no lo veia, era la unica persona con la que empatizaba sin problema, claro, después de Ray. En fin. Con la caja de cereal en mano me dirigi a abrir la puerta, juro que esperaba ver a Bob ahi parado, pero no, era Frank. Su sonrisa pronto desapareció y sus mejillas obtuvieron un color carmin ¿Por qué se sonrojo?
Pronto me di cuenta del porque, el que se sonrojara me causo cierta ternura. No llevaba puesta una camisa, odiaba dormir con pijamas completas, así que solo utilizaba una pantalón cualquiera y dormía sin playera, me resultaba hasta cierto punto incomodo.
-¿Se te ofrece algo? -Asintió, pero no dijo más. -Mikey no esta, así que mejor regresa otro día, o en la tarde no se. -Estuve a punto de cerrar la puerta, pero su pie me lo impidió. -Frank ¿Qué quieres? Ya te dije que Mikey no esta pued...
-Venia a verte a ti.
Parpadee un par de veces ¿Qué dijo? ¿Verme a mi? ¿Para qué? Seguro tiene problemas con su novia y no le puede decir a Mikye, seguro es eso, no puede existir otro motivo.