Me preparaba para ir por fin al liceo,para dar ese gran paso de pendeja a pendeja más grande.
Me sentía como cuando me daban inyecciones,sentía que si entraba a al salón,todo cambiaría de un modo que desconozco.
Me encontraba en la puerta de ese gran liceo donde ya había acompañado a mi hermano mayor unas pocas veces,con mi padre y mi hermanastra.
-¿estas nerviosa?-la pregunta es:¿como no estarlo?.Antes no era tanto trabajo,o eso me han contado.Lo peor de todo es que no solo no me tocó con mis amigas,sino que me tocó con una de mis enemigas y para cagarla aún más,con mi "ex" o mejor dicho, "ex compañero de pendejadas con el que solo me daba piquitos".
-¡noooooo!,¡si me tiemblan las manos por frio!-mi sarcasmo,aunque vaya a morir,aún no lo pierdo.
Mi padre rió,como si recordara cuando el pasó por lo mismo.
-creo que si entro,..me van a morder-y si lo hacen,les encajo un estate quieto que cuando despierten Donal Trump ya no será naranja.
Mi hermanastra y mi padre rieron,no conmigo sino de mí.
Sonó el timbre,tan irritante como el despertador para ir a la escuela (solo que este ya no lo escucharé mas porque voy de tarde).
No quiero ir,quiero quedarme en mi casa jugando al play.
No queria soltarle el brazo a mi hermanastra,de entre medio de todos esos monquies que se acumulan como si fuera un apocalipsis zombie.
Cuando ya estamos en frente de nuestro respectivo salón,no queria siquiera asercarme.
Pero mi padre me lleva a rastras.
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Día a día
Random¿no les ha pasado que todos sus días son perfectos?¿no?...pues a mi tampoco