Un leñador estaba como cualquier día cortando árboles para su casa, el le encantaba su trabajo se podía pasar día tras día sacando árboles, pero el amaba la naturaleza y por eso no lo hacía, el ya llevaba un tiempo cortando un árbol en medio del bosque para que nadie lo molestará mientras trabajaba. Cuando se da cuenta que se estaba haciendo de noche, el leñador sorprendido porque no se había percatado de que ya era muy tarde, el leñador estaba demasiado lejos ya de su casa como para volver sin perderse y ya se había adentrado mucho al bosque como si fuera poco, el leñador había decidido que iba a buscar un lugar donde pasar la noche, se pasó horas buscando una casa, cuando derrepente ve una casucha desgastada y mal cuidada, el leñador raudo va hacía la casa y toca la puerta para ver si había alguien habitando esa casa, la puerta se había abierto cuando el leñador había tocado la puerta, decidió entrar a la casa y trato de ver su interior, lo único que veía en la tenue luz, eran pinturas realmente bisarras, personas sin ojos sonriendo maquiavelicamente otros con sangre en los dientes y así sucesivamente los retratos de la casa cuando al fin encuentra una cama y se logra estirar, el leñador exausto se iso una pregunta antes de dormir viendo un retrato de la casa, porque todos tienen un fondo de bosque. Cuando llega el día el leñador despierta con la luz del sol llegandole a sus ojos, cuando se da cuenta que la cabaña sólo tenía ventanas y ningún retrato.